139 niños han participado este verano en el proyecto de mediación del Rabaloche

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Zaplana 21jun13

Zaplana: «El objetivo no es crear ocio sino trabajar con las personas en riesgo de exclusión social»

Un total de 139 niños de edades comprendidas entre los 4 y los 13 años de diversas nacionalidades, procedencias culturales y etnias han participado a lo largo del verano en las diferentes actividades incluidas en un programa de mediación intercultural y animación sociocomunitaria impulsado por las Concejalías de Inmigración y Participación Ciudadana.

Según ha recordado el edil de ambas áreas, Emilio Zaplana, este programa todavía en marcha, cuyo coste total es de 65.000 euros, se ha podido llevar a cabo gracias a una subvención de 46.995 euros del Fondo Social Europeo para la Integración. El resto, unos 18.000 euros, los ha aportado el Ayuntamiento.

Las actividades programadas han tratado de promover actividades de ocio y tiempo libre para a través de ellas alcanzar el objetivo final social de “reeducar a mujeres y jóvenes marginales”, según Zaplana.

Desde el mes de junio se han desarrollado talleres para jóvenes en tres puntos: la zona de San Francisco, San Isidro y Capuchinos con el apoyo de una trabajadora social, una psicóloga y tres voluntarios. En el primer caso, al Santo Sepulcro acudieron del 1 al 19 de agosto 54 niños. En el segundo, en la Ermita de San Isidro el trabajo se realizó para 44 menores entre el 22 de julio y el 9 de agosto. Y en el tercero, a la sede vecinal de San Antonio de Padua asistieron 41 más. Hasta 15 vecinos han colaborado también de manera activa en el desarrollo de todas las actividades, a las que entre niños y mayores han acudido 276 personas.

Hasta final de año se desarrollarán de nuevo talleres para mujeres y jóvenes, aunque en algunos casos, como la zumba, el baile latino, la escuela de padres, el fútbol o la musculación la demanda está desbordada, según ha apuntado el edil. No obstante, también ha avanzado que habrá talleres nuevos para dejar de fumar, aprender a economizar en el hogar o de corte y confección. “El objetivo no es crear ocio, sino trabajar socialmente con los vecinos”, ha recalcado Zaplana.

A final de año, cuando concluyan todas las actividades los profesionales que las llevan a cabo, que están en coordinación con los Servicios Sociales municipales, realizarán las valoraciones sociales del trabajo hecho, aunque “un año es poco tiempo” para que dé el resultado perseguido.

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