Basta ya de agresiones

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Jaime Pérez Pacheco
Portavoz Municipal Socialista de Almoradí
 

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? , o lo que es lo mismo ¿de donde viene la actitud de los dirigentes del PP, de arriba abajo o de abajo a arriba?

Es decir, ¿la actitud prepotente, antidemocrática y agresiva donde nace, en Génova o viene desde abajo, desde las bases y los municipios pequeños?

La respuesta a la de la gallina no la sé, pero la de la conducta de los dirigentes del PP solo tiene una respuesta, el germen dictatorial impregna todos y cada uno de los poros de los componentes de esta formación política. Solo así se explican las formas irrespetuosas con las que se manejan en su acción de gobierno, permitiéndoles sin rubor, derruir un sistema de garantías sociales que hemos construido entre todos, asumiendo la autoría de las decisiones, en nombre de no se sabe muy bien quien. Solo así se entiende que desde cualquier tribuna política se ridiculice, se falte y se amenace a los contrincantes políticos, sin el menor atisbo de culpa o de vergüenza, cargándose de razones y con el amparo de las leyes y de la mal entendida mayoría de los votos.

Almoradí no es una excepción y su Alcalde tampoco. Llevan gobernando tanto tiempo que mezclan lo publico con lo privado, lo de todos con lo suyo propio y lo hacen abanderándose y amparándose en su verdad, la única que ellos conocen.

Solo  existe su razón, solo sus votantes tienen derechos y solo ellos son los representantes del pueblo. Así, todo vale, gobernar el pueblo como gobiernan su cortijo y tratar a la gente, incluidos los representantes políticos, como sus vasallos.

Este pasado viernes lo he vuelto a comprobar, no era la primera vez, pero esta ha sido más grave y mas ignomiosa que la primera. Este viernes he podido constatar lo que tantas y tantas veces me habían contado mis vecinos y vecinas, la agresión permanente y sistemática que efectúa el señor Alcalde con aquellos que discuten sus decisiones o disienten del sistema establecido. En su despacho, protegido por el entorno y una compañera, descargó sobre mi toda su violencia verbal, toda su agresividad y sus malas formas, toda su prepotencia, genio y visceralidad, argumentando sus razones y en nombre de lo que no conoce, me faltó al respeto, me llamó “barriobajero” y “sinvergüenza” y me echó del despacho.

Poco le importó que la persona a la que echaba del despacho fuera el representante político de 2300 almoradidenses, poco le importó el estar en el consistorio, casa de todos/as  los y las ciudadanos/as de Almoradí, consideró que era lo que debía de hacer y lo hizo.

Soy el portavoz del Grupo Municipal Socialista de Almoradí y soy el representante de mis vecinos/as y me siento orgulloso de ello, tal y como dicta la constitución y la conducta de este Alcalde, ni la de cien como él van a hacer que mi voluntad y mi compromiso cedan un milímetro, no lo conseguirá.

Yo me parezco a él en que ninguno de los dos está de acuerdo con lo que piensa el otro y me diferencio de él, en que haré todo lo que esta en mi mano porque pueda expresar sus opiniones en libertad y con la mayor de las garantías.

Basta ya de agresiones, basta ya de estas conductas dictatoriales y antidemocráticas, esto me ha pasado dos veces, no me pasará una tercera.

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