El Santo Entierro, el luto que precede a la alegría

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El Caballero Cubierto, Federico Ros, pidió al Ayuntamiento que defienda la titularidad de La Diablesa frente al Cabildo de la Catedral

La procesión del Santo Entierro volvió a salir a la calle en Sábado Santo esta vez con el abogado Federico Ros como Caballero Cubierto, lo que le permitió abrir la procesión portando el pendón negro y la chistera, atributos esenciales de la figura más importante de la Semana Santa oriolana.

Antes de que la procesión partiera desde la parroquia de las Santas Justa y Rufina, Ros realizó la tradicional recepción en el claustro de la Universidad Histórica de Santo Domingo y aprovechó su discurso para defender “la participación activa del gobierno municipal en la organización y sustento de la procesión del Santo Entierro”. De esta forma reivindicó la obligación del Ayuntamiento de defender la titularidad de la talla de ‘La Diablesa’ en su pugna con el Cabildo de la Catedral de Orihuela. No obstante, el Caballero Cubierto de este año es uno de los abogados que trabaja para el Consistorio y expresó su “obligación” por defender este extremo desde su condición.

La parroquia de las Santas Justa y Rufina fue el punto de partida de la procesión del Sábado Santo que pone en la calle al único Cristo yacente que esculpió Francisco Salzillo. Abrió la procesión Federico Ros portando el pendón negro y la chistera de la que no se descubrió en ningún momento, tampoco al entrar a la Catedral como manda la tradición. El paso de La Diablesa, realmente El Triunfo de la Cruz, se quedó un año más a las puertas del templo sagrado porque tiene prohibida la entrada. Este es un trono único en el mundo que ha dotado de singularidad y fama el Santo Entierro de Orihuela.

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