El anterior vallado estaba en muy mal estado por los temporales sufridos y como consecuencia se estaba perdiendo arena
El concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández, y la edil de Playas y Servicios Coordinados de la Costa, Luisa Boné, supervisaron esta semana los trabajos finales de la instalación del vallado de madera en la duna situada en la playa de La Glea.
Y es que tal y como recordó Fernández “esta actuación era necesaria ya que el anterior vallado estaba en muy mal estado y deteriorado por el paso del tiempo y los temporales sufridos recientemente lo que provocó el deterioro de la duna y, en consecuencia, la pérdida de arena”. De esta manera, el nuevo vallado “sí cumple su función para que los viandantes no puedan transitar por la zona protegida, mejorando la conservación de la duna”.
Por su parte, Boné manifestó que “la dunas son la mejor defensa contra los temporales que erosionan la costa y por eso es importante que las mantengamos en el mejor estado posible. Si permitiéramos el deterioro continuado de las mismas podríamos entrar en un proceso progresivo de pérdida de arena además del perjuicio medioambiental por la reducción de la flora y fauna propias de esta zona”.
Los trabajos han consistido en la reposición e instalación de todo el perímetro de vallado de la duna (2010 metros lineales), con valla de madera de rollizo, un material respetuoso con el medio ambiente. Esta actuación ha supuesto un coste de 12.075 euros IVA incluido.
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