Centenares de mujeres de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores muestran su respeto en una de las procesiones más sobrias de Orihuela
De la alegría por la celebración de la triunfante entrada de Jesús a Jerusalén al luto que ponen en la calle las Mantillas de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores. El Domingo de Ramos en Orihuela está lleno de contrastes y la nota más fúnebre la ponen las cientos de mantillas, ataviadas con traje y peineta negra, que protagonizan una de las procesiones más sobras de Orihuela.
Abrió la procesión el portaguión de este año de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores, Pepe Vegara, quien es presidente de la Asociación de Fiestas de los Moros y Cristianos de Orihuela.
En primer lugar el Cristo de las Santas Mujeres, obra de José Vázquez Juncal, que muestra uno de los últimos momentos de vida de Cristo, ya con la cabeza agachada. Una talla portada por hombres, también vestidos con traje negro.
La segunda de las imágenes en salir fue la de Nuestra Señora de los Dolores, la talla de Federico Coullaut-Valera que da nombre a la mayordomía y que este año estrena una nueva corona labrada en plata realizada por el orfebre oriolano Adolfo Valero.
El punto colorido a esta procesión marcada por el luto lo pusieron los vistosos trajes de la Centuria Romana, cada vez más numerosa con la presencia de niños y jóvenes.
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