Las mujeres toman el protagonismo por primera vez en la tradicional bendición de los aires

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Granja de Rocamora celebra la festividad de la Santísima Cruz  con la salida en procesión de la reliquia del Lignum Crucis

Granja de Rocamora ha vivido este miércoles el día grande de sus fiestas patronales con motivo de la festividad de la Santísima Cruz. Como cada 3 de mayo, se ha celebrado la bendición de los aires en la que se enarbolan las banderas a los cuatro vientos. Una tradición que se remonta a la Edad Media y que por primera vez este año han protagonizado mujeres. Este ritual sirve para pedir la bendición de todo el pueblo y de sus cosechas, para ahuyentar las catástrofes naturales.

Cada 3 de mayo es el día de cumplir con una tradición centenaria que se remonta al siglo XII y venerando la reliquia del Lignum Crucis que se custodia en su iglesia.

Desde allí ha salido la reliquia en procesión en dirección a la ermita de la Santísima Cruz escoltada por la soldadesca de la que forman parte los capitanes de la fiestas, los abanderados, los angeles y arcabuceros, así como por las autoridades y representantes de la sociedad civil de este municipio.

Tras la ofrenda de flores a las puertas de la ermita ha tenido lugar otro de los actos emblemáticos de estas fiestas, la bendición de los aires cuya finalidad es proteger al pueblo de enfermedades y a los campos de las catástrofe.

En esta ocasión por primera vez en la historia las banderas las han enarbolado mujeres, en concreto miembros de la Asociación de Amas de Casa de la localidad. Ellas fueron las ganadoras el año pasado de la subasta con la que se cierra esta jornada. Pagaron 12.000 euros en esa subasta en la que colectivos y familias de Granja pujan por ostentar la Capitanía y tener el honor de enarbolar las banderas en la bendición de los aires de las próximas fiestas.

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