Nuestras mascotas también emigran

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El Centro de Protección de Animales de Callosa, APADAC, es pionero en el envío de animales al extranjero

La concienciación y valoración del mundo animal es todavía hoy una asignatura pendiente en España y, por ende, en la comarca de la Vega Baja donde los albergues rozan el lleno de forma continuada. La búsqueda de alternativas para lograr que los perros y gatos sin hogar tengan una oportunidad junto a una familia que les acoja incluso fuera de nuestras fronteras hace que el Centro de Protección de Animales de Callosa del Segura APADAC sea pionero en el envío de animales al extranjero. La colaboración de éste centro con Alemania es vital para que muchos de los animales puedan desplazarse hasta el país bávaro e iniciar allí una nueva andadura. Esta iniciativa surgió de la mano de Claudia Bracht una alemana amante de los animales que acerca APADAC hasta su país de origen con el objetivo de lograr adopciones a través de la página web del centro donde las familias extranjeras pueden conocer a las mascotas alojadas en el albergue. Además, Bracht realiza periódicamente campañas para conseguir dinero para APADAC.

“La gran mayoría de las personas que adoptan son extranjeros, están más concienciados, aquí falta todavía un largo camino por recorrer, mentalidad y educación”, asegura el responsable de adopciones de APADAC Juan Pedro Simón. Él es voluntario, como el resto de personas que aportan día a día su trabajo en este albergue de animales construido con fondos municipales y que percibe una subvención por parte del Ayuntamiento de Callosa pero que se sustenta gracias a su labor y a la de sus compañeros. “Algunas familias no saben que ellos necesitan cariño como nosotros”, dice Carmen Cuartero, voluntaria de APADAC que dedica horas y esfuerzo en el bienestar de los más de 80 perros que viven en el albergue a la espera de ser acogidos para tener una nueva oportunidad. “No tenemos un no para ningún animal” explica, y reconoce que en muchas ocasiones las instalaciones se quedan pequeñas ante tanta mascota abandonada, máxime cuando la filosofía del centro es que sus puertas están siempre abiertas para ellos. En los últimos meses desde el Centro de Protección de Animales callosino han recogido cachorros abandonados en una gasolinera, o en las antiguas piscinas del municipio donde encontraron a quince galgos desnutridos y desvalidos. La mayoría de ellos han encontrado hoy un nuevo destino y otros permanecen a la espera.

También los gatos cuentan con un amplio espacio de recreo. Allí, existen varias zonas habilitadas para las mascotas infectadas por el SIDA animal. En este sentido, la colaboración de dos veterinarios con el centro los siete días de la semana hace posible que los animales estén bien atendidos, esterilizados y vacunados. Los tres requisitos indispensables para adoptar una mascota en éste centro de Callosa. “Que la gente se conciencie que no se debe abandonar ni maltratar a los animales”, dice Carmen al tiempo que como voluntaria agradece el trabajo de todos sus compañeros los que hacen posible el objetivo principal de APADAC, que ningún animal esté sin hogar.

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