Plurilingüismo

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Mateo Marco Amorós / Uno de aquellos

Fotografía: Joaquín Marín

¿Y si empezáramos por dar el Inglés en inglés?… La pregunta queda en el aire. Pero como hay quienes sacan punta o lección de todo, hay quien vio en la actuación de Manel Navarro en Eurovisión, cantando en dos lenguas, un adelanto de lo que pudiera ser el plurilingüismo en la Enseñanza, fracaso. «A veces la vida causa estragos sin que te des cuenta», dice la letra de la canción que nos representó.

Lejos hacer leña del árbol caído. Demasiado se han ensañado medios y redes con Navarro. Como lejos menospreciar la voluntad de sacar a nuestros educandos del analfabetismo en idiomas. Pero todo aquello que, hijo de la precipitación o de la moda, pretende conseguir para ya lo que tenía que haber sido hace tiempo, no puede acabar bien.

Sobre el modelo bilingüe, el profesor Manuel García fue certero en un artículo publicado en MUNDIARIO con argumentos propios de su sabiduría, alimentados en la experiencia que le acredita como el profesor ilustrado y querido que es, planteándonos sinceridades de una realidad que conoce, reconociendo que ni alumnado ni profesorado en general tenemos nivel para el proyecto. Nosotros tememos asimismo que su desarrollo perjudique, en pos de los idiomas, el nivel de unas asignaturas que ya encuentran bastantes dificultades de comprensión impartiéndolas en la lengua materna de profesor y discente.

Yo, profesor, confieso mi analfabetismo en lenguas. De inglés, cero. Y titubeo un valencià que en mi infancia aprendí de oídas de mis entrañables vecinos valencianoparlantes de los pueblos del Alto Vinalopó y de la Foia de Castalla, un valenciano diverso en unas geografías diversas, fronteras de reinos. Valencià que luego estudié para eso de la capacitació que dicen que tengo. Y disfruto parloteando un francés que aprendí en el colegio que al menos nos sirve para leer, en francés, los magníficos trabajos de geógrafos galos. Y poco más. Así me preocupa que, llegada la hora, tuviera que impartir una asignatura compleja –sea la Historia, sea la Geografía– en una lengua que no domino, ni mis alumnos tampoco. Pues eso, ¿por qué no empezamos por dar el Inglés en inglés?….

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