«Ramonet siempre tenía a su Orihuelica del Señor en la mente»

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Hugo Gabín, hijo del mítico charlatán, recuerda los inicios del concurso de Charlatanes en San Antón

Es uno de esos oficios que se han extinguido con el paso del tiempo y las nuevas formas de consumo. Los charlatanes ya no venden por los pueblos y las grandes superficies comerciales se han impuesto. Pero hay un lugar donde la charlatanería tiene consideración de arte y encuentra un resquicio para seguir latiendo. Se trata del barrio de San Antón donde desde hace 35 años se celebra un Concurso de Charlatanes único en todo el mundo.

Un evento puesto en marcha por el mítico Ramonet, que hoy da nombre a la plaza más ilustre de San Antón, junto a la iglesia parroquial. Desde hace unos años es su hijo, Hugo Gabín, quien tomó el relevo de su padre en la tarea de organizar y presentar el evento en torno a la festividad del 17 de enero.  “Estaba totalmente fuera de lo que hacía mi padre porque he sido futbolista y me he dedicado a otras cosas. Pero cuando él enfermó desde el Ayuntamiento me dijeron que el concurso debía seguir”, cuenta cuando le preguntan cómo decidió hacerse cargo de la organización del concurso una vez falleció Ramonet.

“Lo intenté como homenaje a mi padre y aunque a veces me vi superado por la situación entendí que es un concurso único a nivel mundial que no podía desaparecer”, explica.

El concurso de Charlatanes de Orihuela nació hace más de tres décadas para dar impulso a las fiestas del barrio de San Antón que tras años de mucho éxito se vieron debilitadas. “El Ayuntamiento habló con mi padre y a él se le ocurrió montar este evento que era algo único a nivel mundial”. Desde su primer año, recuerda Hugo Gabín, fue un éxito porque su padre consiguió que se desplazaran hasta el barrio feriantes de distintos puntos de España.

Un ejemplo del amor que Ramonet sentía por su ciudad y por todas las costumbres que la caracterizan. “Mi padre siempre tenía a su Orihuelica del Señor en la mente”, reconoce.

Durante los siguientes cinco años Ramonet participó y ganó el concurso de Charlatantes de forma ininterrumpida demostrando que era un mago de la palabra. “Él era una anécdota constante porque tenía una maravillosa imaginación”.

El domingo la plaza que lleva el nombre de Ramón Gabín (Ramonet) acoge una nueva edición del concurso. Este año participan siete charlatanes venidos desde poblaciones de la Vega Baja o de la provincia. “Ahora es muy complicado encontrar charlatanes buenos porque es un oficio que se está perdiendo”, relata Gabín, aunque este año el nivel es muy alto con nombres como el Mingorance de Torrevieja, El Halcón, El Salmantino o El Pajiso.

Todos ellos, y alguno más, tratarán de ganar el certamen que el año pasado se llevó la nieta de Ramonet y la hija de Hugo; Eva Gabín. Un episodio que su padre cuenta visiblemente emocionado. Este año será la propia Eva la que asuma, eso sí, junto a su padre, la tarea de presentar el certamen que en este 2017 tiene mucho nivel.

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