Unas 6.000 personas protestan en Alicante contra el vertedero de Albatera y la planta de transferencia de Granja-Cox adjudicadas en el Plan Zonal de Residuos para la Vega Baja
La manifestación convocada por la plataforma Albatera, No al Vertedero en Alicante ha llevado a la capital de la provincia a casi 8.000 personas de la Vega Baja y otras poblaciones, para mostrar su rechazo a las instalaciones previstas en el Plan Zonal de Residuos de la Vega Baja, que contempla la ubicación de un macrovertedero en Albatera y de una planta de transferencia de basuras entre las localidades de Granja de Rocamora y Cox.
Con pitos y gritos generalizados de «No al vertedero» o «Diputación, solución» y con pancartas y carteles con todo tipo de mensajes, la protesta ha contado cun un seguimiento masivo de vecinos de las poblaciones afectadas, que no han dudado en emplear la mañana del domingo en trasladarse hasta Alicante para participar en la manifestación. Han sido numerosos los vecinos de Albatera, Granja y Cox que han aprovechado el transporte gratuito en autobuses puesto a su disposición por cada uno de estos tres ayuntamientos, pero también han sido numerosos los que han utilizado su propio medio de transporte para desplazarse unas horas hasta la capital provincial, lo que ha dificultado a la organización el cálculo de los seguidores. La Policía Local de Alicante ha estimado que han sido unos 4.000 los manifestantes, mientras que desde el colectivo convocante elevan esa cifra hasta los 8.000 participantes, en una protesta en repulsa y rechazo de la firma de contrato y adjudicación del Plan Zonal XVII, que han calificado de «histórica» para la Vega Baja.
La llamada de Albatera, No al Vertedero ha sido secundada también por otros colectivos, como la asociación Granja-Cox no el vertedero de tránsito, la asociación Verti Vega de la Murada, la asociación de afectados por el vertedero del Campello, asociación de afectados por el vertedero del Ferriol de Elche y la asociación en contra del vertedero de Crevillente, entre otras, además de formaciones políticas como PSOE, Izquierda Unida, Compromís, Unión Valenciana, Los Verdes y Centro Liberal.
Entre los asistentes a la protesta estaba el secretario general del PSOE en la comarca y alcalde de Rafal, Manuel Pineda, quien este domingo ha pedido a la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, que piense que la decisión del Consorcio salpica de basura la comarca «y toda su legislatura como responsable de la institución provincial».
Desde Albatera, No al Vertedero, han defendido hoy, de nuevo, que no consentiràn que la Vega Baja se convierta en el vertedero de la Comunidad Valenciana, poniendo en riesgo la salud de sus habitantes, además de la agricultura, la forma de vivir y se arruine el futuro de la comarca. Por otra parte, consideran que en esta adjudicación «no ha primado el interés general si no el particular de unos pocos» y desde estas asociaciones defienden «un modelo diferente a la hora de tratar los residuos, apostando por el reciclaje y aprovechamiento al máximo de los desechos, jugando limpio con el medio ambiente como hacen otros paises de Europa y no un hoyo de más de 180.000 m2 por 41 metros de altura donde solo se entierre la basura a granel«.
En el comunicado leido al final de la manifestación que ha concluido en Rambla Mendez Nuñéz, se han expuesto las razones por las que se muestran contrarios a dicha ubicación, tales como que discurren por debajo de esta instalación los canales del Taibilla de donde beben más de 1 millón de persona de toda la provincia de Alicante; que existen acuíferos subterráneos pudiendo ser contaminados en caso de filtraciones de lixiviados; que por las inmediaciones de dicha instalación pasa la falla del Guadalentín la misma que afecto a Lorca con el terremoto; que existe una micro-reserva, una ZEPA (zona de especial protección de aves), además de un LIC (lugar de interés comunitario) apenas a 700 metros de dicha instalación y que también será ubicada tangencialmente junto a un barranco, en un terreno permeable muy erosionado, además de la cercanía con núcleos de población consolidados, que según estudios realizados por la universidad Calos III de Madrid, la posibilidad de morir de cáncer es mayor para los que viven en un radio de 5 km. de estas instalaciones.
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