Vaciando el aire de las caracolas…CII

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Piñeiro

Piñeiro

Mateo Marco Amorós
 

Este fin de semana entre vientos, lluvias y medievos nos ha ocupado un nuevo libro del oriolano José María Piñeiro. Se presentó el jueves en Librería Códex. Titulado «Ars Fragminis» es un libro de aforismos y notas de diario. Editado por Celesta, lo presentó José Luis Zerón. El acto, con la participación del autor y público, resultó hermoso. Como esas tardes apacibles que Piñeiro dijo que le arreglan a uno los días. «Algunas tardes –escribe el autor–, las cosas adoptan un plácido aspecto milenario.» Así el pasado jueves entre libros, escritores y amantes de la literatura.

A José María Piñeiro lo conozco más de oídas y leídas. Y si es verdad que le conocemos por ensayos y artículos, y aforismos, lo sabíamos sobre todo por poeta. Aún late en la bandeja de mis reseñas pendientes su poemario «Profano Demiurgo». Como late en mis pupilas de curiosón y admirador de quienes escriben esa imagen delicada de desaliño machadiano que Piñeiro pasea aparentemente ensimismado. Sí, poeta. Además, en «Ars Fragminis» nos ha dejado escrito mucho homenaje a la poesía. Reivindicación de la poesía. De su pureza estética. De su –sagrada y no– pureza. De la poesía como arte de escribir. Homenaje y amparo: —Leer poesía es ya defenderla —nos dice. Pero también nos advierte contra las solemnidades que paradójicamente pueden alejarnos de ella. Qué oportuno cuando afirma: «Festejamos mal la excelente poesía de la que disfrutamos. Nos ponemos incómodamente serios en los recitales, en las presentaciones de libros.»

Hemos encontrado mucha lucidez en «Ars Fragminis». Ya lo indicó Zerón en su presentación diciendo de José María, al que conoce muy bien por tantas andanzas literarias compartidas, que como «veterano de la escritura breve» en este libro se aprecian esas virtudes exigibles a todo aforismo en particular y a la literatura breve en general: brillantez, lucidez, agudeza, claridad… entre otros valores. Formas literarias breves que no hay que confundir con el escribir precipitado y mediático de ahora, esto es, tweets, sms y otros telegrafismos en los que incluso, como en el caso de los emoticonos, ni se escriben.

Por la variedad de ideas y asuntos tratados en lo publicado nos resulta difícil precisar un contenido. Sólo nos queda asegurar que quien lea «Ars Fragminis» disfrutará de una ordenada tormenta de ideas deliciosa que le entretendrá. Ideas que en muchos casos redundan en una humanidad, la del autor, que muy conscientemente nos enternece.

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