Dolón asegura que no le temblará el pulso con los policías díscolos

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POLICIAS DÍSCOLOS

El alcalde aseguró que ha puesto en marcha medidas para sancionar a los agentes que durante los últimos meses han protagonizado llamativas concentraciones coincidiendo con los Plenos Municipales

“No me va a temblar el pulso si las investigaciones llevan a la expulsión de algún funcionario”, aseguraba  ayer en rueda de prensa el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, refiriéndose a las investigaciones que se han puesto en marcha para sancionar a los agentes protagonistas de la última concentración de la Policía Municipal, frente al Ayuntamiento, en la que se utilizó una grúa para elevar a uno de los agentes para representar una crucifixión.

Dolón se refirió a estos agentes como una minoría “indigna”  que lo único que busca es que se hable mal de la institución, sin “voluntad de diálogo” y que responde a la orquestación de la protestas por parte de la oposición. El primer edil llegó más allá al asegurar que lo que hay “son intereses políticos de algún policía que querrá ir en las listas de las próximas municipales”.

El alcalde torrevejense aseguró que tiene “toda” la voluntad de diálogo necesaria, aunque matizó “con criterio” y  “a través de los mecanismos que tienen a su alcance”. Dolón volvió a utilizar el argumento de que las reivindicaciones policiales son “arbitrarias” y que no tienen cabida dentro de la regulación, por lo que se ha rechazado alguna propuesta por parte de los técnicos municipales. Para el popular las propuestas presentadas por los representantes sindicales son inasumibles por el municipio y afirma que las demandas de los funcionarios policiales no cuentan con el apoyo de  la Junta de Personal ni de la mayoría del funcionariado.

Expedientes  y sanciones

Durante más de quince minutos Dolón explicó las diferentes sanciones a las que se enfrentan algunos agentes por las llamativas protestas protagonizadas a lo largo de estos últimos meses, como el proceso penal abierto contra cinco funcionarios de la policía local que protagonizaron una protesta con el torso desnudo dentro del salón de plenos.  Pero el mensaje central de la rueda de prensa de ayer se centró en las protestas del pasado 27 de junio, un mensaje para desmontar la legalidad de la protesta y explicar la puesta en marcha de investigaciones sobre la participación de algunos agentes en el corte de la calle Maldonado durante media hora con una grúa elevadora. El alcalde asegura que el corte de la calle no estaba anunciado y que se había solicitado un permiso para colocar un equipo de megafonía, a lo que Subdelegación de Gobierno contestó que la ocupación de la vía pública con un equipo de megafonía debía ser autorizada por las autoridades municipales. Las investigaciones puestas en marcha, que aún no están finalizadas podrían acarrear importantes sanciones tanto para los agentes que participaron, presentes o no, como para el propietario de la maquinaria, explicó el alcalde al que asegura que no le va a temblar el pulso ni se va a dejar doblegar por nadie.

IMG-20140704-WA0002Comunicación a Subdelegación

En la comunicación de concentración presentada por CCOO ante la  Subdelegación de Gobierno se indicaba claramente que se iba a proceder al corte de la calle y que se iba a utilizar un vehículo especial. Según fuentes sindicales al no recibir por parte del municipio o la Subdelegación  una negación específica de estas condiciones se entiende que la concentración se da por comunicada en las condiciones expresadas y existe un silencio administrativo que favorece la celebración de la protesta.

Autoridad Moral

Dolón ha vuelto a insistir en otro de los mensajes que de forma recurrente se están enviando a la ciudadanía desde el comienzo de esta pugna con la Policía Local, la existencia de una huelga de celo por parte de algunos agentes “que en años no habían puesto ninguna sanción” y, que según el primer edil, han comenzado a hacerlo en los últimos cinco meses. Agentes a los que catalogó de “faltos de autoridad moral” al sancionar a los ciudadanos por infringir las normas cuando van uniformados y que no dudan en infringirlas vestidos de paisano lo que provoca, según Dolón, la vergüenza de un dirigente de CCOO con el que se ha reunido y del que no ha dado más datos.  

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