
El Real Madrid es el único representante español que queda en la competición. Esta responsabilidad, sumada a la obligación histórica del club de luchar por cada título, crea un ambiente de máxima tensión
Llega el fin de semana y con él, una de esas citas que marcan una temporada. El MetLife Stadium de Nueva Jersey será el escenario de un duelo con sabor a Europa, pero con el mundo entero como testigo. Este sábado 5 de julio, el Real Madrid se enfrenta a un desafío de los grandes en los cuartos de final del Mundial de Clubes. Tras superar con más apuros de los esperados a la Juventus, ahora toca medirse al Borussia Dortmund.
Seamos sinceros, el equipo alemán es un hueso muy duro de roer. Los hombres de Xabi Alonso necesitarán su mejor versión para no hacer las maletas antes de tiempo. La verdad es que hay varios frentes abiertos que preocupan, y mucho, al aficionado madridista. Mientras tanto, muchos ya están utilizando el bono marca apuestas para confiar en una victoria que mantenga vivo el sueño del título.
El avispero alemán y su aguijón Guirassy
El Borussia Dortmund de Niko Kovac ha demostrado una progresión muy interesante en este torneo. Empezaron con un empate sin goles que dejó dudas, pero desde entonces, su motor ha ido cogiendo revoluciones.
De hecho, sus victorias ante Mamelodi Sundowns y Monterrey han dejado claro su potencial ofensivo. Generan una cantidad de ocasiones que asusta. Parece que rondan los veinte disparos por partido con una facilidad pasmosa.
Además, arriba tienen a Serhou Guirassy, un delantero que parece tocado por una varita. Su doblete en octavos es un aviso muy serio para una defensa del Real Madrid que no ha transmitido una seguridad total. Por lo tanto, la pegada será fundamental.
La sala de máquinas decide el viaje
Como en casi todos los partidos de este calibre, la batalla del centro del campo se antoja decisiva. Xabi Alonso insiste con su 4-3-3 y esa presión alta que busca ahogar al rival. Aún así, enfrente tendrá un mediocampo alemán muy físico y ordenado tácticamente.
Jugadores como Julian Brandt son capaces de inventar una jugada de la nada. Por ello, la actuación de Jude Bellingham será capital para el Real Madrid. Su capacidad para dominar el ritmo del juego y su trabajo en la contención serán el termómetro del equipo.
La ausencia por sanción de su hermano Jobe en las filas del Dortmund es, sin duda, un pequeño alivio.
Una enfermería que pone a prueba el armario
Las lesiones son un verdadero quebradero de cabeza para el cuerpo técnico. El Real Madrid llega a esta eliminatoria con el equipo cogido con alfileres en algunas zonas. La defensa, sobre todo, está en cuadro debido a las ausencias de hombres clave.
La profundidad de la plantilla se pondrá a prueba de verdad contra un rival que no perdona los desajustes. La lista de ausencias confirmadas es preocupante.
- David Alaba, un pilar en el centro de la zaga.
- Ferland Mendy, el dueño del lateral izquierdo.
- Eduardo Camavinga, pulmón y músculo en la medular.
Además, la participación del joven Endrick, la gran promesa brasileña, está en el aire. Demasiados contratiempos para un partido de esta exigencia.
El peso de la bandera en solitario
Con la eliminación del Atlético de Madrid en la fase de grupos, toda la presión recae sobre los hombros del Real Madrid. Es el único representante español que queda en la competición. Esta responsabilidad, sumada a la obligación histórica del club de luchar por cada título, crea un ambiente de máxima tensión.
Gestionar el aspecto psicológico será tan importante como el táctico. En un partido a vida o muerte, un error de concentración te manda para casa. La camiseta blanca siempre exige dar el máximo, pero en estas citas internacionales, esa exigencia se multiplica.
Cuando los violines deben afinarse
Es cierto que el canterano Gonzalo García ha sido el héroe inesperado. Sus goles han salvado al equipo en momentos críticos y su desparpajo es una gran noticia. Aún así, para superar a un rival como el Dortmund, las grandes estrellas deben dar un paso al frente.
La vuelta de Kylian Mbappé tras su gastroenteritis es una noticia fantástica, claro está. Sin embargo, su integración definitiva en el ataque junto a Vinícius Jr. y Rodrygo es una tarea pendiente. El tridente necesita empezar a carburar y a entenderse a la perfección.
El portero de la Juventus, Di Gregorio, ya demostró que las oportunidades claras no se pueden perdonar. Su exhibición evitó una goleada y debe servir de lección. Contra la muralla del Dortmund, cada ocasión valdrá su peso en oro. El proyecto del Real Madrid de Xabi Alonso se la juega.
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