Ana Vegara, la oriolana que hay detrás del contenido de los influencers

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Entre los creadores que han confiado en ella se encuentran algunos de los influencers más emergentes del país como Elena Gortari (2,5 millones de seguidores) o Natalia Palacios (1,8 millones de seguidores)

El universo de los influencers ha transformado por completo la manera en que consumimos contenido en redes sociales y la forma de comunicar. Más allá de las fotos o vídeos aparentemente espontáneos, hay todo un equipo creativo detrás de cada publicación, entre ellos los editores de contenido. Los vídeos que hoy se viralizan en TikTok o Instagram, o que mantienen a la audiencia pegada a la pantalla durante minutos en YouTube, no surgen por casualidad, sino que responden a una estrategia cuidadosamente diseñada para conectar con el espectador y reflejar una personalidad única.

Ana Vegara forma parte de ese engranaje invisible. A sus 23 años y desde su ciudad natal, Orihuela, trabaja como editora de contenido para algunas de las influencers más conocidas del país. Tras graduarse en Comunicación Audiovisual el pasado año en la UMU, decidió quedarse en casa aún cuando gran parte de su promoción se mudaba a grandes ciudades.

Entre los creadores que han confiado en ella se encuentran algunos de los influencers más emergentes del país como Elena Gortari (2,5 millones de seguidores), Natalia Palacios (1,8 millones de seguidores) o Carlos García, @carliyoelnervio, (1,8 millones de seguidores).

Desde Diario de la Vega hemos querido charlar con ella para que nos cuente cómo ha sido su camino y cómo es su trabajo diario como editora de contenido de influencers desde que comenzó en este mundo hace ahora 7 meses. «Me gradué en Comunicación Audiovisual en junio del año pasado en la Universidad de Murcia. Mientras mis compañeros se iban a Madrid a hacer másteres, yo decidí quedarme en Orihuela. Me apunté a un máster online para seguir aprendiendo sobre edición y postproducción«.

Su trabajo surgió por completa casualidad mientras navegaba por redes sociales. «Un día vi que Elena Gortari buscaba editora. Le escribí sin muchas expectativas y, para mi sorpresa, me respondió esa misma noche. Me pidió ejemplos de trabajos anteriores y, aunque no tenía mucho, le envié lo poco que había hecho en unas prácticas. Le gustó, y así empecé a trabajar con ella. Desde entonces, todo ha sido muy rápido. Cuando empecé a trabajar con Elena, no me preocupaban los seguidores, sino hacer un buen trabajo. El primer vídeo tardé en editarlo 16 horas seguidas porque quería que quedara perfecto, no quería desaprovechar esa oportunidad.»

Desde aquel momento hasta ahora, su día a día ha cambiado mucho. «Gracias al boca a boca, ahora trabajo con entre 10 y 14 creadores de contenido. Aunque al principio tardaba mucho en editar un vídeo, con el tiempo he aprendido a optimizar el proceso». Y aunque al principio no tenía claro cuál sería su futuro, ahora colabora mano a mano con algunos de los creadores más emergentes del país. «Cuando estudiaba la carrera, no sabía a qué quería dedicarme. Me gustaba editar vídeos, pero no sabía que esto podía ser una profesión. De pequeña ya grababa y hacía fotos de todo, siempre he sido muy creativa y tenía esa sensibilidad para ver belleza donde otros no la veían».

Su trabajo abarca una gran variedad de temáticas, desde contenido de moda, lifestyle, fitness, viajes hasta asesorías fiscales. Cada creador tiene su estilo propio y unos seguidores que desean ver esa esencia lo más natural posible, y como ella misma explica: «Aunque muchos me piden un estilo similar, trato de diferenciar con detalles como el tipo de fuente que uso o la manera de montar los clips. También depende de cuánto se muestran tal como son; algunos quieren mantener su naturalidad, otros prefieren editar más».

Además de un toque de suerte en el camino laboral, Ana también puede presumir de un entorno que la apoyó desde el primer momento y que valora su trabajo: «Mis amigas flipaban, pasamos de comentar cotilleos de influencers a que trabajase con ellos. Mis amigos de la carrera también alucinaban, porque yo fui la única que se quedó en Orihuela y ahora soy la que más está trabajando en esto. Al principio nadie pensaba que desde aquí se pudiera lograr«. «Mi padre al principio no lo entendía mucho, pero cada vez lo entiende más. Mi madre me apoya mucho y ve todos los vídeos y mi abuelo es mi fan número uno, es muy bonito».

Finalmente, a quienes quieren dedicarse al mundo de las redes les recuerda que «mi trabajo actual es fruto de haber aprovechado una oportunidad que apareció. No fue algo planeado, pero estoy muy feliz con ello». «Lo único que puedo recomendarles a quienes quieran dedicarse a esto es que se formen para que el día que les llegue la oportunidad la puedan aprovechar».