Este fenómeno suele formarse en días calurosos, sobre terrenos secos, debido al fuerte calentamiento del suelo, debido a la ausencia de nubes y el bajo nivel de humedad
Este domingo la formación de una tolvanera sorprendió a vecinos y curiosos que circulaban por la carretera que conecta los municipios de Algorfa y Los Montesinos. Un fenómeno poco común, aunque fascinante, también conocido como remolino de polvo o de arena, que fue captado en vídeo por Jesús Ruiz y difundida por MeteOrihuela.
La tolvanera se formó pasado el mediodía de este domingo, en un momento especialmente caluroso, que vino acompañado de cielos despejados. En las imágenes se aprecia claramente la rotación del aire y la columna de polvo elevándose desde el terreno seco. Una escena tan llamativa como inesperada para muchos.
Este tipo de fenómenos suelen tener una duración limitada y, en la mayoría de los casos, no representan un grave peligro, aunque pueden causar molestias por el viento y la cantidad de polvo que levantan a su alrededor.
¿Qué es una tolvanera y cómo se forma?
Una tolvanera es un torbellino de aire caliente y seco que se forma sobre superficies muy cálidas en días despejados, típicamente en terrenos áridos o sin vegetación. A diferencia de los tornados, estos remolinos no se desarrollan a partir de nubes de tormenta, sino que nacen desde el suelo, impulsados por el fuerte calentamiento de la superficie.
El proceso se inicia cuando una parte del suelo se calienta rápidamente por efecto del Sol. Esto provoca que el aire cercano a la superficie también se caliente, ascienda de forma vertical y genere una pequeña zona de baja presión. Si en ese momento hay una ligera brisa o turbulencia, el ascenso del aire puede comenzar a rotar, formando una especie de chimenea cilíndrica de aire caliente que gira sobre sí mismo, arrastrando polvo, hojas y otros materiales que pueda encontrar a su paso.
En el hemisferio norte, como es el caso de la Vega Baja, estas columnas suelen girar en sentido horario (anticiclónico). Aunque las tolvaneras pueden alcanzar alturas de hasta mil metros en casos extremos, la mayoría no supera los pocos metros y desaparecen en minutos, una vez que se disipa la diferencia térmica que las alimenta.
Desde el punto de vista meteorológico, las tolvaneras se asocian a condiciones de estabilidad atmosférica, es decir, días con cielos tranquilos, sin nubosidad y con subsidencia (descenso de aire frío desde capas superiores). Este aire frío actúa como una «tapa» que impide que el aire caliente siga ascendiendo, lo que limita la altura del fenómeno pero permite su formación cerca del suelo.
Aunque en apariencia puedan recordar a pequeños tornados, las tolvaneras son generalmente inofensivas y no deben generar alarma. Aun así, ofrecen un espectáculo natural que ilustra de forma clara cómo interactúan la energía solar, la atmósfera y la superficie terrestre.


