Por Mateo Marco Amorós
En Orihuela, la Ciudad Deportiva, sin nacer… Sin nacer ya tiene nombre. Yo tengo uno propuesto: Ciudad Deportiva Lola Sánchez Noales. Que si no para toda la Ciudad, sí o sí para la pista de Atletismo. Es lo que yo quisiera pero… Mi gozo en un pozo, lo dicho: en Orihuela la Ciudad Deportiva, sin nacer, ya tiene nombre: Ciudad Deportiva Futura. Porque desde que vivo en Orihuela, y ya vivo en la Gran Ciudad un cuarto de siglo, Futura era, futura ha sido y futura es esa Ciudad Deportiva.
Mientras nuestros atletas carecen en muchas disciplinas de las instalaciones necesarias para poder desarrollar bien su actividad, sueño con planos que publicados y publicitados periódicamente –sobre todo en época preelectoral– me informan de una Ciudad Deportiva –de una futura Ciudad Deportiva– con pista de atletismo, con un campo multideporte, un pabellón multiusos y un estadio y… ¡Todo maravilla!
El treinta de enero de 2025, en un documentado reportaje publicado en INFORMACIÓN, la periodista Loreto Mármol informaba con detalle de las futuras instalaciones: un estadio de fútbol para ocho mil espectadores, una pista de atletismo para dos mil quinientos, un campo de fútbol auxiliar con aforo para mil personas y para dos mil un pabellón multideporte y más pistas deportivas. Ahí lo programado. Pero…
Un proyecto que se presenta siempre como futuro. Como futuro proyecto, siempre. Y yo lo veo en sueños y… Siempre sobre el papel. Otra vez sólo sobre el papel porque de momento, en más de un cuarto de siglo, ni un ladrillo, ni un metro de tartán, ni una grada. Mis amigos de la Plataforma Pro Ciudad Deportiva de Orihuela llevan más de una década reivindicando la infraestructura con una y otra corporación, constantes como martillo pilón, incansables. Y promesa tras promesa sólo promesas. Loreto Mármol en el reportaje referido apuntaba que «a finales de 2026 o principios de 2027» la maquinaria estaría trabajando. Finales de 2026, principios de 2027 es futuro. Un futuro que con esperanza deseo que sea futuro perfecto antes que futuro imperfecto. Esto es, antes un perfecto «habrá sido» que un imperfecto «será».


