El obispo de Orihuela-Alicante llama en Navidad a “despertar el corazón” frente a la cultura del entretenimiento

Publicidad

Monseñor José Ignacio Munilla advierte del poder de la industria audiovisual y presenta el nacimiento de Cristo como respuesta a la pasividad y la manipulación social

Con motivo de la Navidad, el obispo de Orihuela-Alicante, monseñor José Ignacio Munilla Aguirre, firma el artículo titulado «La Navidad que nos despierta», en el que ofrece una reflexión sobre la cultura contemporánea y el impacto del entretenimiento en la vida personal y social.

El texto toma como punto de partida la reciente noticia de la guerra abierta entre Netflix y Paramount por hacerse con Warner Bros., una operación que podría superar los cien mil millones de dólares. Para el obispo, este hecho refleja el enorme poder económico y cultural alcanzado por la industria del entretenimiento, así como la facilidad con la que las masas se entregan a ella. Según expone, las pantallas han pasado a moldear los imaginarios colectivos y a ocupar un lugar central en la vida cotidiana.

Munilla advierte de una sociedad en la que los seres humanos corren el riesgo de dejar de ser protagonistas de su propia historia, sustituidos por relatos ajenos que anestesian la inquietud espiritual. En este contexto, señala una versión actualizada del antiguo “pan y circo”, caracterizada por la omnipresencia de la pornografía, el consumo prolongado de series, el fútbol elevado a “religión civil” y la normalización del alcohol y las drogas como vías de escape.

Frente a este escenario, el obispo sitúa el nacimiento de Jesús como una luz distinta que irrumpe en la historia. Desde el silencio de Belén, afirma, Dios entra en la vida humana para despertarla y liberarla de las esclavitudes interiores. En su reflexión, subraya que la mayor esclavitud es la que nace dentro del propio corazón y que Cristo viene a romper esas cadenas para devolver al hombre la libertad.

El artículo concluye recordando que la Navidad invita a recuperar el protagonismo personal y a vivir con responsabilidad y libertad. En el marco del cierre del Año Santo Jubilar por el 2025º nacimiento de Jesús, el obispo señala que la puerta del Corazón de Cristo permanece siempre abierta e invita a acoger este mensaje, deseando una Feliz Navidad y un Santo Año Nuevo 2026.