Joaquín Melgarejo, investigador del Instituto Universitario del Agua, denuncia el déficit de inversión en infraestructuras hidráulicas de España

Publicidad

Melgarejo: «Es técnicamente imposible cumplir los objetivos y ejecutar en plazo las inversiones del Plan Hidrológico 2022-2027. Para hacerlo habría que triplicar hasta 2027 la licitación pública actual de infraestructuras de agua, de 2.750 a 8.100 millones de euros al año «

El Catedrático de Universidad de Historia Económica de la UA e investigador del Instituto Universitario del Agua y de las Ciencias Ambientales de la UA (IUACA) Joaquín Melgarejo Moreno, ha afirmado en las jornadas «Reflexiones sobre la política hidráulica española en el marco de la UE», organizadas por la Cátedra de Agricultura de Precisión, Digitalización y Sostenibilidad (CAPDS) de la Universidad Miguel Hernández, celebradas hoy en la Lonja de Orihuela que «resulta imprescindible elaborar un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN). Un plan que cumpla aquello que tiene encomendado por el artículo 45 del Texto Refundido de la Ley de Aguas, que no es otra cosa que la resolución de los problemas que los planes de demarcación, por sí solos y en su escala, no son capaces de resolver».

Ha añadido que «es técnicamente imposible cumplir los objetivos y ejecutar en plazo las inversiones del Plan Hidrológico 2022-2027. Para hacerlo habría que triplicar hasta 2027 la licitación pública actual de infraestructuras de agua, de 2.750 a 8.100 millones de euros al año para alcanzar el objetivo de 37.116 millones de euros. Estamos en 2025 y seguimos sin Presupuestos Generales del Estado, con lo que las inversiones recogidas en los distintos planes hidrológicos de cuenca se van a ver profundamente afectados. España arrastra un déficit de inversión de obra hidráulica de 27.000 millones. SEOPAN cifra en el 20,5% los contratos de concesiones que quedaron desiertos en 2023».

Para Joaquín Melgarejo resulta especialmente interesante que en dicho «plan la inversión en la cuenca del Segura, para las medidas de protección frente a inundaciones, ascienda a más de 734 millones de euros, el 23% del total de la inversión, se trata de la segunda medida en importancia tras la de incremento de nuevos recursos que alcanza los 1.095 millones de euros, el 30,54% del total, esta cantidad se debe al intento de paliar el déficit estructural de la Cuenca del Segura. Sin embargo, para la cuenca del Júcar la inversión total prevista del programa de medidas para este periodo asciende a 2.185,616 millones de euros. Es muy relevante que, de esa cantidad, la mayor parte vaya dirigida al concepto: cumplimiento de objetivos ambientales con más de 1.280 millones de euros. A prevención y gestión de inundaciones se arbitran 222 millones de euros, es manifiesta la escasa inversión prevista en esta Demarcación. A medidas de recuperación y revisión tras inundaciones se destinan cero euros. Sorprende la falta de previsión inversora en este Plan de cuenca».

Ha añadido que «el valor de todas las actividades relacionadas con las explotaciones agrarias sustentadas parcialmente con recursos derivados a través de Acueducto Tajo-Segura alcanza casi los 8.000 millones de euros, lo que nos proporciona un indicador de productividad de más de 10,5 euros por cada metro cúbico de agua que se aplica a las explotaciones agrarias. O, lo que es lo mismo, por cada 4.800 metros cúbicos aplicados se crea un empleo en la región (207 empleos por cada hectómetro cúbico de agua utilizada). La reducción de 28 hectómetros cúbicos por cada metro cúbico que se eleve el caudal ecológico en el Tajo supone un impacto económico inmediato de unos 297,5 millones de euros de reducción de la actividad económica y la pérdida de unos 5.900 puestos de trabajo a tiempo completo. En las explotaciones agrarias, esta reducción de volúmenes implica una pérdida de 88 millones de euros de producción agraria y la disminución del margen neto de los regantes de unos 29,5 millones de euros. El empleo perdido en este sector sería de unos 2.930 trabajadores y más de 30 millones de euros en salarios dejados de percibir. Estos efectos pueden verse acompañados de movimientos de deslocalización de empresas de forma irreversible».

En la apertura, el moderador, Pablo Melgarejo Moreno, Doctor Ingeniero Agrónomo, Catedrático de Universidad y director de la Cátedra de Agricultura de Precisión, Digitalización y Sostenibilidad (CAPDS) de la Universidad Miguel Hernández, ha señalado que «estas jornadas se enmarcan en un programa más amplio que pretende profundizar y reflexionar, con especialistas de primer nivel internacional, en las cuestiones que afectan y preocupan a los agricultores de la provincia de Alicante y muy especialmente a la Vega Baja. Esta mesa redonda constituye la primera de las Actividades de Invierno organizadas por la CAPDS. Con ella pretendemos analizar uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo: la gestión sostenible del agua en un contexto de creciente demanda, cambio climático y decisiones políticas que generan profundos impactos en regiones clave de nuestro país».

 

El trasvase Tajo-Segura es un ejemplo paradigmático

Pablo Melgarejo ha añadido que «el trasvase Tajo-Segura es un ejemplo paradigmático de cómo una infraestructura puede transformar una amplia región. Durante décadas, ha sido el motor de desarrollo del Sureste español, asegurando el agua necesaria para la agricultura, el abastecimiento urbano y la sostenibilidad de miles de empleos. Sin embargo, la decisión política de reducir los caudales trasvasables, agravada por el incremento injustificado de los caudales ecológicos, plantea una serie de problemas que afectan no sólo a la economía del Levante, sino al equilibrio territorial de España. Con esta medida, incremento de os caudales ecológicos, se estima que el agua trasvasada se reducirá en unos 110 hm3/año, lo que provocará la pérdida de unos 15.000 empleos y de unas 30.000 ha de cultivos de regadío; y estas pérdidas podrían ser mayores si además de modifican las reglas de explotación del ATS, tal como prevé el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico».

También ha señalado que «es innegable la importancia de preservar los ecosistemas fluviales, también lo es que las políticas hidráulicas deben diseñarse desde una perspectiva integral, que contemple tanto la sostenibilidad ambiental como el impacto socioeconómico. En el caso del Levante, esta reducción amenaza con desestabilizar sectores estratégicos, como la agricultura de regadío, que no sólo genera riqueza local y nacional, sino que también posiciona a España como líder exportador en Europa. ¿Cómo puede justificarse, desde el marco de la Unión Europea, una decisión que pone en riesgo un modelo productivo sostenible y competitivo? Además, no podemos perder de vista los retos derivados del cambio climático, como las sequías y los episodios de lluvias torrenciales, propias del Levante, que causan desastres por avenidas como las del pasado 29 de octubre de 2024 en Valencia, agravadas por diferentes circunstancias. En este contexto, se hace imprescindible avanzar en la construcción de nuevas infraestructuras para la interconexión de cuencas y de las diferentes fuentes de agua (desaladoras, EDARs), la construcción de nuevos embalses y el mantenimiento de los cauces y presas, mantenimiento que en los últimos años deja bastante que desear, por no decir que, a todas luces, está bastante abandonado, tal como cualquiera puede ver en algunos ríos, barrancos, etc. Este enfoque no sólo permitirá redistribuir los recursos hídricos de forma más equitativa y adecuada, sino que también garantizará el abastecimiento y el regadío, y ayudará a prevenir desastres naturales».

Ha afirmado que «con esta mesa de trabajo buscamos generar una reflexión profunda sobre cómo integrar la política hidráulica española dentro de los objetivos de sostenibilidad, cohesión territorial y desarrollo económico que promueve la Unión Europea. Contamos con expertos que aportarán perspectivas técnicas, sociales y económicas, pero también necesitamos que estas ideas trasciendan y lleguen a los responsables de tomar decisiones.

 

La satisfacción de la demanda y el medio ambiente

Por su parte, Antonio Fanlo Loras, Catedrático de Universidad de Derecho Administrativo de la Universidad de La Rioja, que ha abordado cuestiones relacionadas con la satisfacción de demandas y protección del dominio público hidráulico: los caudales ecológicos como herramienta para alcanzar ambos objetivos. En su intervención ha puesto de manifiesto que los caudales ecológicos son una herramienta en la búsqueda del equilibrio entre el medio ambiente y la satisfacción de las demandas. Ha resaltado que en España se ha intentado aplicar este concepto prioritariamente dirigido a la protección del medio ambiente por encima de la demanda, aludiendo a la cobertura de la Directiva Marco de la Gestión de la UE, que en ningún caso habla de caudales ecológicos en su apartado de definiciones. Ha señalado que en España «los caudales ecológicos se emplean para quebrar algunas de las políticas tradicionales del uso del agua, como el Trasvase Tajo-Segura, pero también en el Ebro, dos ríos que tienen caudal suficiente si se realizan las transferencias desde el lugar donde hay mayor cantidad de agua».

 

España, un país con agua suficiente

El Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, y vicepresidente de la Sociedad Española de Presas y Embalses (SEPREM), Francisco Javier Flores Montoya, que ha hablado sobre embalses y trasvases, necesarios e imprescindibles para la vertebración hídrica de España; ha puesto de manifiesto que España es un país con agua suficiente si se organiza bien el recurso y se almacena y transporta a los lugares en los que es más productiva con un plan bien trazado, «pero claro, esto tiene un coste de inversión». Ha añadido que en España «hay agua de sobra en las desembocaduras del Ebro, Duero y Tajo, por tanto, es necesario hacer una explotación adecuada de los embalses, combinada con la generación de energía renovable, para obtener el máximo rendimiento del agua y también energético». Ha señalado que en el caso del Tajo el conflicto se produce porque se toma el agua en la zona interior, que es donde el caudal es menos abundante. Ha finalizado diciendo que esto se solventaría si se diseñasen planes de Obras Hidráulicas, de la misma manera que se hace para el ferrocarril o las carreteras».

 

Recuperar el espíritu del PHN

Por último, Francisco de Asis Cabezas Calvo-Rubio, Doctor Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, director general de la Fundación Instituto Euromediterráneo del Agua y profesor de la Universidad de Murcia, ha comentado que «el proceso de planificación hidrológica actual no está dando resultados ni en el apartado medioambiental de las masas de agua ni en el de la recuperación de los acuíferos, por tanto, hay que repensar la situación y buscar nuevas alternativas. Una relevante es recuperar el espíritu del Plan Hidrológico Nacional (PHN), con las actualizaciones que necesite, pero sin él, el sistema de planificación está cojo, ya que solo contempla los planes de cuenca»:

Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*