José Luis Gea Arques: «La fotografía analógica te permite disparar sin prisas. Eso te da seguridad y te permite crecer técnicamente»

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“Manolo y su R4, de la serie “Vehículos y sus propietarios” ©Jose Luis Gea Arques
“Manolo y su R4, de la serie “Vehículos y sus propietarios” ©Jose Luis Gea Arques

Recientemente premiado en el PX3 Prix de la Photographie de París, Gea ha mantenido una conversación con Diario de la Vega, donde se ha repasado su trayectoria, a través de la exploración del apasionante mundo de la fotografía analógica

Nacido en Orihuela en 1967, José Luis Gea Arques es un fotógrafo de calle, documental y social, especializado en fotografía de retrato en formato analógico. Su formación es autodidacta y enteramente amateur, ya que su profesión real es la de optometrista desde hace más de 30 años en Orihuela, siendo la fotografía el hobby que ha practicado desde hace años y que le apasiona.

Su estilo se centra en retratos espontáneos y escenas urbanas, realizando proyectos documentales basados en el enfoque humano. La mayoría de su campo de trabajo lo ha realizado mientras viaja con su familia, o bien con amigos fotógrafos. Su filosofía y visión se centran en la fotografía como acto humano por delante de la técnica, defendiendo la película fotográfica y su proceso completo: disparar, revelar tanto en blanco y negro, como en color, y finalmente positivar a papel lo máximo en la medida de lo posible.

Ha participado, desde hace años, en multitud de actividades relacionadas con la fotografía, desde exposiciones, colectivos y cooperaciones con medios de publicaciones fotográficas. Todo ello siempre tratando de fomentar la fotografía en Orihuela, a través de la organización junto a otros compañeros del festival de fotografía “Fotomatón Festival”. 

Recientemente, Gea ha participado en el PX3 Prix de la Photographie de París, uno de los certámenes fotográficos más importantes de Europa, donde obtuvo el premio en categoría de fotografía analógica, con la serie «Vehículos y sus propietarios», donde ha plasmado a conductores junto a sus coches, que en muchas ocasiones guardan una relación que va más allá del mero uso como medio de transporte.

Recientemente ha participado en el PX3 Prix de la Photographie de París, ¿cómo fue la experiencia?

Ha sido la primera vez que he enviado a PX3 y el resultado ha sido maravilloso. He obtenido el galardón de fotógrafo del año en fotografía analógica, y primer premio en la categoría de fotografía analógica de fotoperiodismo, en su vertiente de ensayo.

Lo cierto es que estoy muy emocionado por el nivel de este concurso. El PX3 es uno de los certámenes fotográficos más prestigiosos de Europa desde 2007. Su objetivo es promover la apreciación de la fotografía, descubrir nuevos talentos y conectar a fotógrafos de todo el mundo con la comunidad artística de París. Me hace mucha ilusión acudir a la entrega de premios el 9 de noviembre en París.

“Manolo y su R4, de la serie “Vehículos y sus propietarios” ©Jose Luis Gea Arques
“Manolo y su R4, de la serie “Vehículos y sus propietarios” ©Jose Luis Gea Arques

¿Ha participado en otros concursos similares anteriormente o esta es su primera vez?

Si, por supuesto, aunque no es mi prioridad como fotógrafo, me sirve como escaparate para difundir mis fotos más allá de mi entorno más cercano, y dejarme valorar por otras mentalidades muy diferentes a la mía, tanto de jurados como de aficionados.

He participado en el BIFA (Budapest International Foto Awards) donde gané con esta serie dos primeros premios como fotógrafo analógico del año en 2024. También, he enviado al IPA (International Photo Awards), donde también he recibido menciones de honor. Además, he concursado en el  Analog Sparks, enteramente analógico, donde he conseguido un par de premios Oro y plata este 2025 y en 2024.

El hilo conductor de su serie de fotografías premiadas son los coches antiguos y el vínculo que los une a sus propietarios. ¿Qué le movió a explorar esta temática?

Me encantan los coches clásicos, entre otras cosas que creo que son atemporales como las máquinas de fotos analógicas. He salido en ocasiones con buenos amigos a fotografiar coches de este tipo. En un momento dado y como siempre he disfrutado incorporando el elemento humano a mis fotos, se me ocurrió que detrás de esos coches había una historia que se debía conocer; la de sus propietarios. Así que, me dediqué a fotografiarlos hablando con ellos y conociendo por qué seguían teniendo esos vehículos en su propiedad. Las historias fueron de lo más diverso y maravilloso. Por ello, decidí hacer una serie donde enseñar a estas personas. Hoy día es una serie abierta que sigue creciendo.

Este premio lo ha obtenido en la categoría de fotografía analógica. ¿Qué le movió a recuperar este formato? ¿Cree que estamos volviendo hacia sistemas analógicos para recuperar la esencia de las imágenes?

Me apasiona la fotografía de película. El soporte es físico, el negativo jamás se pierde, pero además el proceso completo es maravilloso. Te permite disparar sin prisas, sin mirar de inmediato el resultado para evaluar. Esto te da una seguridad en tí mismo y te hace crecer técnicamente en el manejo de tu cámara y en la valoración de la composición. Por otro lado, la película es inimitable y es curioso que las nuevas tecnologías tiendan a recuperar presets que ya tenemos disparando con carrete. Decididamente hay un repunte de lo fílmico, pero curiosamente por los jóvenes. Es un mundo que les hace pensar, es táctil, tranquilo y creativo.

¿Qué ventajas tiene el formato analógico sobre el digital?

Realmente, es la satisfacción personal de un proceso creativo más completo y artesanal, si lo miramos bien es más difícil y costoso que disparar en digital, pero me aporta una experiencia más humana de la fotografía.

Tras este éxito logrado en el PX3 Prix de la Photographie de París, ¿tiene pensado presentarse a otros concursos?

Depende. Este año estoy moviendo una serie que para mí merece la pena, pero como te he dicho antes, los concursos no son mi prioridad. Si no tengo algo que contar que me convenza, no creo que participe.

Este triunfo puede suponer un trampolín dentro del mundo de la fotografía, por su visibilidad y relevancia. ¿Tiene pensado dedicarse profesionalmente al mundo de la fotografía, o prefiere mantenerlo como una afición?

No, prefiero que siga como lo que es, una afición. Cuando eres profesional de cualquier cosa, aparece la presión y la necesidad de producir, y aunque me parece un trabajo maravilloso, prefiero hacer fotos por el puro placer de hacerlas.

¿Animaría a otras personas a explorar el mundo de la fotografía?

Claro que sí, es un mundo maravilloso. No tiene fondo, congelar la vida en pequeños instantes es crear un puente entre el pasado y el futuro para recordar como fuimos y en que nos convertimos. Conocer los trabajos de tantos buenos fotógrafos a lo largo de la historia te abre la mente al mundo.

Un último mensaje para nuestros lectores 

Claro, me encantaría que estas cosas puedan servir para que podáis descubrir esta faceta de la cultura que es la fotografía. Es cultura y en muchas ocasiones es una gran desconocida. Espero que siempre que haya alguna exposición en Orihuela o la Vega Baja, la gente se anime a ir. Creo que se quedarán gratamente sorprendidos.