Opinión: Bernardo Ruiz muere centenario pero lega su voluntad y eternas gestas en el ciclismo 

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Por Pedro J. Bernabeu

Bernardo Ruiz Navarrete. Eterno oriolano. Nos legó su voluntad y espíritu ganador, más inolvidables gestas en el ciclismo. Murió centenario. Se marchó la madrugada de este jueves día 14 de agosto. Bernardo Ruiz cumplió 100 años el pasado 5 de enero y es Hijo Predilecto, respetado, en su ciudad natal. Dos días de luto oficial, 14 y 15 de agosto, decretó el Ayuntamiento de su ciudad natal. 

Fue el primer español en el podio de Los Campos Elíseos de París: tercero en el Tour de 1951. Primer español ganador de una etapa en el Giro de Italia en 1955. Compitió de tú a tú con los mejores del ciclismo mundial ocho veces en Francia, seis en el Giro de Italia y en ocho ediciones de la Vuelta a España. 

En el azar o por “(…) razones que la razón jamás entenderá” (Aristóteles, filósofo en la Antigua Grecia), la vida te ofrece la ocasión de actuar, oportunidad, sin darte cuenta al principio, sendas de futuro en la esperanza. 

Destino y bicicleta

La Guerra Civil en España (1936-1939) llegó por sorpresa a la vida del niño de 11 años Bernardo Ruiz Navarrete, en su Orihuela natal, geográficamente ubicada en el lado republicano por la división bélica creada con el alzamiento nacional de julio de 1936. 

Luego, sin que el adolescente llegara a ser consciente, como jugando, por inesperadas circunstancias sociales, su bicicleta y las necesidades económicas de su familia, en una situación económica repentina, pedalada a pedalada, cuesta a cuesta en la carretera desde Orihuela ciudad por Torremendo hasta Cartagena (cientos, miles de kilómetros en viajes,  itinerario de ida y vuelta el mismo día varias veces por semana, durante años) ayudaron a su musculatura y su cuerpo, convirtiéndole en lo que consiguió ser: ciclista de élite mundial. Tour, Giro, Vuelta a España…

Valentía y astucia

Bernardo Ruiz Navarrete, en una entrevista en Radio Orihuela SER allá por los años noventa, un regalo que sentí y agradecí como periodista novato, hace ahora ya más de tres décadas, compartió a través del micrófono uno de sus secretos más íntimos y personales: 

“Gracias a mi bicicleta y los viajes desde la infancia por el estraperlo, varias veces a la semana por las cuestas de la carretera hacia la pedanía de Torremendo y por el puerto de Rebate, desde Orihuela hasta Cartagena y luego, de inmediato, el regreso de Cartagena a Orihuela, me convertí en ciclista, sin darme cuenta”. 

En la acción del estraperlo (durante la Guerra Civil y la posguerra de los años cuarenta y cincuenta, 1940-1959, en España), quienes ejercían esa arriesgada actividad comercial, en el supuesto que nos ocupa aquí, en Orihuela y partidas rurales, con valentía y astucia traían de otros lugares, con destino a la venta clandestina, pequeñas cantidades de alimentos (patatas, huevos, cereales, pan…), entre otros objetos de primera necesidad que escaseaban. 

A diario, sin otro modo más seguro de abastecimiento a la población, los estraperlistas sufrían las requisas de las patrullas de la Guardia Civil, que apostadas en carreteras locales, comarcales y en caminos, daban el alto a los sospechosos e imponían multas… En alguna ocasión, el estraperlista y sus cómplices hasta llegaban a sufrir detenciones durante noches, noches en los calabozos locales y comarcales de la Benemérita, y hasta penas de prisión menor…

Bernardo Ruiz, entre los mejores del Tour y El Giro.

Espíritu ganador

En toda vida, incluida la tuya y la mía, si alimentas tu osadía y tu atrevimiento (lo vislumbré en los ojos de Bernardo Ruiz mirándome a mis ojos, frente a frente, su mirada y su voz rebosaba espíritu ganador, seguridad, ante el micrófono en Radio Orihuela). Porque si regateas dudas y excusas, sin duda, todo reto lo conviertes en una oportunidad en la esperanza. Yo sé con certeza plena, por experiencia propia, que la necesidad te adiestra en la resolución (proceso para descubrir la solución), resolución en cada situación en tu vida tanto o más crucial que el instinto de subsistencia. 

Y así, de inmediato y a la vez, salvo que las circunstancias o el miedo te impidan actuar, la necesidad y tus acciones para enfrentar los retos te avivan el fuego interno del talento unido al sacrificio. Dos energías necesarias que son la puerta hacia la felicidad como fue el caso de un niño nacido en Orihuela, Bernardo Ruiz Navarrete, quien se creó su propia vida gracias a su osadía, sacrificio y poderosa voluntad ganadora.

“Sin darte cuenta”, me aseguró Bernardo Ruiz Navarrete, tus acciones te nutren y te potencian, y las afianzas hacia una rutina, hábito fértil: tu afán de superación. Así lo hizo el oriolano, uno de los ciclistas de leyenda en la historia del ciclismo mundial

Casi a ciegas, en el gozo del juego diario, sin esfuerzo aparente, desarrollas capacidades ocultas en tu cerebro (lo adiestras) y potencias, según el caso y circunstancias de cada ser humano, tu condición física (la fortaleces), más tu atrevimiento sumado a tu voluntad en el disfrute de cuanto haces cada día. Es el ejemplo a seguir que nos legó un niño nacido en Orihuela: Bernardo Ruiz Navarrete. Eterno oriolano.

Indurain, en el homenaje al oriolano Bernardo Ruiz Navarrete.