Orihuela presenta alegaciones al Plan de Gestión de Inundaciones de la CHS y pide celeridad para su ejecución

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El documento indica que los principales problemas en cuanto a inundación son la Rambla de Abanilla, el cauce del Río Segura en Orihuela, el cauce del Reguerón, ramblas, ríos secos y cañadas en la costa

El Ayuntamiento de Orihuela ha presentado el documento de alegaciones al programa de medidas del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) de la cuenca del Segura elaborado por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), según ha dado a conocer el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, acompañado del edil de Emergencias, Víctor Valverde.

Bascuñana, ha comenzado agradeciendo el trabajo que se ha hecho. “No obstante el documento de alegaciones que hemos presentado hace hincapié en que todas estas actuaciones tienen que ser coordinadas y no individualizadas. Aquí se trata de dar soluciones que no perjudiquen a unos mientras benefician a otros. Hay que tener una perspectiva global, por ejemplo, no puedes hacer el bypass de Orihuela en el Reguerón y echar toda el agua allí, sin ensanchar su cauce. No pueden ampliar el cauce del Reguerón sin considerar que luego desemboca en el Segura, un poco más abajo. Por eso hemos matizado puntualmente cada una de las actuaciones”.

El alcalde ha tenido en cuenta que todavía está pendiente de desarrollo el estudio de la Universidad Politécnica de Valencia que surgió con un convenio con la Confederación Hidrográfica del Segura. “Parece que no tiene mucha lógica que se está haciendo un PGRI, aunque tenga su tramitación aparte y que puede tener su sentido, sin tener en cuenta el estudio serio y riguroso de la UPV. Además, reiteramos que hace ya dos años de la DANA y ahora hablan de analizar y estudiar actuaciones dando plazos de dos o tres años, y en algunos casos más, para tener las conclusiones en marcha. Deberían hacer una actuación urgente porque necesitamos soluciones ya”.

Otra alegación, considerada muy importante, además de las herramientas de detección precoz del riesgo, que deben servir para complementar las infraestructuras realizadas y no para sustituirlas, “es ver que soluciones hidráulicas nos podemos permitir ya que ello depende de muchos factores y consideraciones. A la hora de hacer esos estudios que justifican la inversión hay que tener en cuenta la relación beneficio/coste o coste/beneficio para invertir en Orihuela y en la comarca de la Vega Baja. Esto es, el dinero que necesitamos para ejecutar las infraestructuras hidráulicas: ¿Cómo se va a hacer con voluntad de solucionar realmente o de cubrir el expediente? ¿Se van a considerar todos los factores necesarios para obtener la verdadera relación beneficio/coste? ¿Cómo se va a cuantificar las vidas perdidas, el miedo de los vecinos a vivir en su casa, las oportunidades perdidas por el miedo de emprendedores a invertir etc? Por ello, hemos dejado claro en las alegaciones que esa relación beneficio/coste hay que estudiarla seriamente contemplando la fuga de actividad económica que tenemos por este riesgo de inundaciones y esto hay que ponerlo en la balanza. Si esto no se arregla hay una fuga de empresarios, de desarrollo, de industrias… no podemos olvidar, que la falta de atención a las necesidades hídricas de nuestro territorio supone un límite a las inversiones privadas tendentes al crecimiento económico e incluso al modelo de turismo residencial que caracteriza a la ciudad de Orihuela”.

Por su parte, Víctor Valverde ha explicado que el detallado documento de alegaciones del Ayuntamiento de Orihuela comienza recordando las diferentes riadas que han provocado daños importantes en el municipio de Orihuela como la Riada de Santa Teresa del 15/10/1879; la Avenida de Puerto Lumbreras del 20/10/1973; las lluvias de julio y octubre de 1986; el temporal del3/11/1987, entre otras, siendo la última la inundación de Santa María, del 10 al 14 de septiembre de 2019.

El documento indica que los principales problemas en cuanto a inundación producida por cauces en el término municipal de Orihuela, de manera directa son la Rambla de Abanilla, el cauce del Río Segura en Orihuela, el cauce del Reguerón, ramblas, ríos secos y cañadas en la costa; también efecto barrera en infraestructuras de reciente implicación y cauces de barrancos sin acondicionar en sierras de Orihuela y Hurchillo. “De manera indirecta nos afecta la falta de sección de cauce aguas abajo de Orihuela, estrechamiento Rojales y N-332. Insuficiente y compleja salida del Rio Segura al Mar con temporal: reflujos. También insuficiente la capacidad de embalse del Pantano de Santomera con el aporte al Segura; y la falta de mantenimiento y conservación de cauces”.

Valverde ha explicado que se debería asegurar que “las medidas estructurales a desarrollar no supongan incrementos de caudales que puedan afectar a núcleos de población. Toma especial importancia, la necesidad de realizar un estudio hidráulico global en las actuaciones destinadas a aumentar la capacidad de derivación del canal de la rambla Abanilla al Embalse de Santomera y el incremento de la capacidad de la canalización entre el embalse de Santomera y el rio Segura, ya que en determinadas circunstancias -en aquellos episodios en los que la capacidad de laminación del embalse sea superada- podría suponer un incremento en los caudales que discurren por el casco urbano de Orihuela, agravando los graves problemas existentes en la actualidad”. De igual forma podría ocurrir con la incorporación de los caudales de la presa de Tabala al rio Segura, siendo un punto especialmente sensible el paso del rio Segura por el casco urbano de Orihuela.

En el documento de alegaciones e hace referencia al drenaje de las infraestructuras lineales. En el análisis realizado no se incluyen como “Obras nivel crítico de mayor prioridad” ninguna de las citadas, CV-930 y línea de alta velocidad a su paso por Orihuela, es decir, no está dentro de las 146 estructuras catalogadas como Críticas destacadas y etiquetadas las 15 con mayor puntuación de riesgo. Fuente, “Revisión y actualización del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (2º ciclo)”, CHS. Por tanto, se considera que las actuaciones encaminadas a adaptar las infraestructuras de drenaje que presentan insuficiencias (CV-930 y Alta Velocidad) y por tanto agravan el riesgo de inundación poseen una prioridad alta, puesto que contribuyen a mejorar la seguridad vial, ferroviaria y frente al riesgo de inundación de manera notable, siendo puntos especialmente críticos en episodios de inundación”.

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