El colegio Jesús María de San Isidro celebra la festividad con un acto muy especial por su 50 aniversario
El colegio Jesús María de San Isidro ha celebrado este martes por la tarde la festividad de San Antón, un acto que se realiza en el centro desde hace treinta años y que es uno de los más especiales para toda la comunidad educativa. Pero en este 2017 la tarde ha sido todavía si cabe más especial porque el centro escolar celebra su 50 aniversario y ha sido nombrado por la Real Orden de San Antón como Institución de San Antón.
Medio siglo da para mucho en la historia de un colegio y desde la dirección del centro se ha aprovechado la celebración del patrón de los animales para homenajear a profesores, alumnos, instituciones y personal que durante estos 50 años han trabajado y contribuido a su desarrollo.
De esta forma el colegio ha realizado como es tradicional sus nombramientos de Damas y Caballeros aunque en esta ocasión ha centrado sus reconocimientos en nombrar como Institución de San Antón del centro escolar a la Real Orden de San Antón, a todas las AMPAS que ha habido a lo largo de los años, a los diferentes equipos directos que han pasado por el centro, a las 50 promociones de alumnos, a todo el personal de servicios y administración y a todo el profesorado que ha pasado por sus aulas.
También han tenido un reconocimiento especial para la Congregación de Religiosas de Jesús María de San Isidro que ha sido recogido por María Ángeles Aliño, superiora provincial.
En el emotivo acto han estado presentes representantes municipales, personalidades que otros años han sido nombrados por el centro, y los Caballeros y Dama de San Antón de este 2017.
La tarde comenzaba con la tradicional bendición de los animales que han llevado los propios alumnos y que han recibido agua bendita de manos de un San Antón muy buen caracterizado. Perros de diferentes tamaños, periquitos, peces y hasta algún peluche con forma de animal portaban los alumnos que hoy tienen la excusa perfecta para llevarse la mascota al cole.
Como se trata de emular la fiesta que se celebra en el popular barrio oriolano, el patio del colegio ha acogido varios tenderetes en los que se podía adquirir desde dulces árabes hasta golosinas y probar suerte en la tómbola.
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