Barrachina exige al Gobierno de Sánchez que frene las nuevas normas del Trasvase Tajo-Segura que amenazan el futuro hídrico y agrícola del sureste español

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El conseller de Agricultura afirma que estas decisiones del Ejecutivo central «son políticas y arbitrarias, sin análisis técnico riguroso, ni diálogo con los regantes ni con las comunidades autónomas afectadas»

El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha reclamado, una vez más, al Gobierno de España que detenga la aplicación de las nuevas normas de explotación del Trasvase Tajo-Segura, que, según ha asegurado, “ponen en riesgo el futuro hídrico y agrícola del sureste español, amenazan la agricultura y aceleran la desertificación de la región”.

Barrachina ha afirmado que estas decisiones “son políticas y arbitrarias, sin basarse en un análisis técnico riguroso, sin un diálogo real con los regantes y sin considerar las necesidades de las comunidades autónomas afectadas”.

Durante su intervención, el titular de Agricultura ha advertido que esta decisión, promovida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, “pone en peligro la actividad de miles de familias y el equilibrio hídrico que ha permitido durante décadas que el sureste español mantenga su liderazgo agrícola. De aplicarse, estas normas podrían convertir la huerta de Alicante en un territorio desértico”.

“La aplicación de estas normas hace que el Gobierno de España sea el ejecutor que impondrá la guillotina al trasvase, poniendo en riesgo el riego y el abastecimiento de gran parte de la provincia de Alicante”.

El conseller ha insistido en que decisiones de esta envergadura “no pueden tomarse de manera unilateral ni guiadas por intereses políticos; deben apoyarse en estudios sólidos, datos verificados y criterios transparentes”. Asimismo, ha recordado que el Trasvase Tajo-Segura “es clave para el desarrollo económico, social y ambiental de la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia y el sureste de Andalucía”.

Durante su intervención, Miguel Barrachina ha recordado que en la provincia de Alicante aproximadamente el 67,2 % de la superficie regada por el trasvase está dedicada al cultivo de naranjas, mandarinas y limones, cultivos que generan riqueza y beneficios medioambientales, y que absorben 1,2 millones de toneladas de CO₂ al año. “Cada hectárea regada con agua del trasvase es economía, empleo y sostenibilidad. Sin agua, no hay agricultura ni futuro para nuestros pueblos”, ha subrayado el titular de Agricultura.

Frente a esta situación, el conseller ha reclamado al Gobierno la paralización inmediata de las nuevas normas de explotación, ha exigido igualdad de trato entre las cuencas del Tajo y del Segura, y ha recordado que “los agricultores de la cuenca cedente tienen derecho a riego, al igual que los usuarios del Segura”.

Barrachina también ha pedido inversiones urgentes en la modernización de regadíos que, con un presupuesto de 68 millones de euros, permitirían ahorrar hasta 100 hm³ y garantizar el caudal ecológico del río Jarama. Entre otras demandas, se reclama la aplicación de criterios comunes para los caudales mínimos, ya que “no puede haber ríos con el doble de caudal y solo la cuarta parte de exigencias”, y subraya que los caudales ecológicos ya se cumplen y se superan ampliamente, por lo que no existen motivos para recortes.

Además, el conseller ha pedido una gestión más eficiente en cabecera y ha destacado que los regadíos del alto Tajo consumen 12.000 m³/ha, frente a los 5.200 m³/ha de los usuarios del trasvase. Asimismo, ha advertido del desperdicio de recursos, que asciende a unos 100 hm³ anuales, el mismo volumen que se pretende reducir.

El conseller ha denunciado, también, que España envía a Portugal 6.000 hm³, el doble de lo requerido, y ahora pretende sumar 100 hm³ más que no son demandados ni necesarios. “Pedro Sánchez manda agua a Portugal, que no necesita, mientras se seca parte de Alicante. Es injusto y peligroso para nuestro campo”, ha recalcado Barrachina.