La Asociación Campaneros de la Vega Baja está compuesta por once miembros, en su mayoría jóvenes, que tratan de preservar y mantener el toque manual y tradicional de las campanas
El sonido de las campanas es algo característico de nuestros pueblos y ciudades. Nos marcan las horas, las fiestas, las alegrías, pero también las tristezas, e incluso nos avisan en momentos de peligro. Marcan nuestra vida. Su toque nos llama a la tradición, y por eso, para evitar que se pierda, un grupo de jóvenes de la Vega Baja se han unido para reivindicar este oficio, en riesgo de extinción.
La Asociación Campaneros de la Vega Baja es una pequeña entidad, con sede en la localidad de San Fulgencio, compuesta por once integrantes que le han devuelto la voz a las campanas, tal como lo hacían en décadas pasadas. De la mano del presidente de la asociación, Alejandro Fernández, vamos a conocer más a fondo este interesante mundo, que pasa por alto para muchos, pero que es vital para preservar nuestra identidad.
¿Cómo surgió esta afición por el mundo de las campanas?
A nivel general, a todos nos viene desde pequeños. Varios de nosotros coincidimos en que nuestros padres o familiares, nos llevaban a ver los volteos de cada fin de semana en nuestras respectivas parroquias, incluso posteriormente a nuestra Primera Comunión, algunos llegamos a convertirnos en monaguillos; algunos lo han dejado ya, u otros han continuado hasta la actualidad. Otra parte del grupo simplemente se han ido interesando por este mundo. Y siempre remarcando la importancia del motivo que nos une, que es Dios y la Iglesia.
Ahora mismo presides la Asociación de Campaneros de la Vega Baja. ¿Cómo surgió la idea de agruparos todos en una misma entidad?
La idea surge de una manera muy curiosa: Yo comienzo a trabajar en Guardamar del Segura, allí conozco a mi compañero Juanjo (actual vicepresidente de la asociación). Allí me comenta sobre su afición a las campanas y me enseña videos de él tocando las campanas de la colegiata de Alcoy. A la vez, en un curso de plaguicidas, conozco a Ismael de San Fulgencio, y me comenta sobre su afición y sobre las campanas de allí y que él es monaguillo en su parroquia. Y también mi pareja, Leire de Almoradí, los 4 decidimos dar el paso y crear el primer grupo oficial de campaneros de la comarca, y atrevería a decir que del sur de la provincia. Posteriormente, se nos unirían dos nuevos miembros; Paco de La Marina, y Paco de la Daya Nueva. Con el pasar del tiempo, llegan nuevos integrantes: Jaime de Benijófar, Alex y Ote de San Vicente del Raspeig, Antonio de Rojales y María José de Orihuela.
Algunos de sus miembros, o incluso tú mismo, sois bastante jóvenes, en comparación con los campaneros de otras zonas. ¿Crees que los jóvenes están sintiendo de nuevo la llamada de las campanas?
Pienso que, en nuestra zona, las campanas es algo de lo más olvidado por todo el mundo. Me atrevo a afirmar que el 70% de la población, oye una campana y tan solo percibe un ruido que, en algunos casos, les llega a producir gran molestia; sobre todo a las personas que no son de la tierra. Pienso que los pocos que nos acercamos a esto somos los raritos que todavía se preocupan por algo que para muchos cada día pierde más importancia.
¿Podemos decir que este oficio tiene futuro en la Vega Baja? ¿Ves margen de crecimiento para esta labor tan característica?
Pienso que sí. Llevamos casi nueve meses en esto y tenemos una gran acogida tanto dentro como fuera de la comarca. Cada vez somos más reconocidos por las personas de los municipios en los que tenemos actuación.
En vuestras redes sociales se os ve siempre tocando las campanas manualmente. ¿Fue algo complicado de aprender? ¿Qué ventajas tiene sobre el toque automatizado?
Para los que tenemos la afición desde niños no fue nada complicado. Para los que empiezan desde 0 es algo más costoso pero sin mayores complicaciones. Respecto a los automatismos, un martillo o un motor es incapaz de realizar todos los toques como siempre han sido. Tocar a mano casi siempre es una ventaja frente a los automatismos si lo que se busca es recuperar todo lo que se ha perdido con la mecanización de mediados y finales del pasado siglo. Eso sí, los mecanismos son un acierto a la hora de tocar las horas o cuando haga mal tiempo ya que como es lógico, en un campanario es muy arriesgado estar cuando las condiciones meteorológicas son malas.
Es cierto que vuestra actividad está centrada en la Vega Baja, pero ¿habéis intervenido en otros campanarios de fuera de la comarca?
Siempre que hemos intervenido en otro lugar que no sea dentro de la Vega Baja, ha sido una gran experiencia. El más destacable, en el municipio de Busot (comarca del Alacantí) para las fiestas de agosto en honor a San Lorenzo. También la pasada semana, tomamos parte en el 28º Encuentro de Campaneros Valencianos en la localidad de Muro de Alcoy, en la comarca de El Comtat, representando a la Vega Baja y al sur de Alicante.
Más allá del toque de campanas, ¿vuestra actividad abarca más ámbitos?
Correcto, más allá del toque manual de campanas, procuramos ayudar a cada parroquia con posibles averías en los sistemas mecánicos o eléctricos de las campanas. Ya que llamando a una empresa, te puede costar mucho más dinero que si lo hacemos nosotros, ya que contamos con dos personas con titulación en electricidad, informática y electro-mecánica. Gracias a nosotros, parroquias como Benijófar, San Fulgencio o Guardamar del Segura, no han tenido que sufrir un gran gasto en mantenimiento de sus campanarios, llegando así a ahorrar más del 70% de lo normal.
¿Hay algún lugar donde os gustaría tocar algún día?
Sí, y de hecho tenemos varios. Ya sea en las 3 iglesias más importantes de Orihuela, en la Parroquia de la Virgen de Belén de Crevillente (en la cual ya hemos estado y en un futuro medio podremos realizar nuestras actividades), en la Basílica de Santa María de Elche y también en la Concatedral de San Nicolás en Alicante.
Un último mensaje para nuestros lectores
Le queremos expresar a los lectores que las campanas son un instrumento de llamada a la oración, son un medio de comunicación histórico de nuestra cultura, y que hay que mantenerlas vivas siempre. Nosotros intentamos estar para las fiestas de cada municipio, queremos recuperar los toques olvidados por todos. Somos una asociación sin ánimo de lucro, tan solo amantes de las campanas y de las tradiciones de nuestra tierra. Si alguien entre ustedes, es amante de las campanas y quiere ser campanero o campanera, que no dude en contactar con nosotros a través de Instagram o Tik Tok. También pueden disfrutar de nuestros vídeos en nuestro canal de YouTube. Por supuesto, siempre estaremos dispuestos a recibir nuevas parroquias para el toque manual en sus días más importantes.
