Cumpleaños

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Mateo Marco Amorós / A cara descubierta

Joaquín Marín / Fotografía

Cuando hablamos del último poemario de Ada Soriano, «Dondequiera que vague el día», señalábamos el carácter íntimo de sus versos. En el poemario en sí y especialmente en los «Seis poemas delicados» que, como anexo, cierran el libro. Decir lo íntimo, exponerlo a flor de piel, es aspecto característico de la poesía de Ada. En la contraportada del libro, el poeta José Manuel Ramón afirma que «es un libro autobiográfico, como los anteriores.» En un ensayo sobre Pessoa, Octavio Paz afirmó que: «Los poetas no tienen biografía. Su biografía es su obra.»

Entre los poemas de «Dondequiera…» nos gustó el titulado «Feliz cumpleaños». Con Ada Soriano comparto quinta. Sé que esto, puro azar, no es mérito. Pero me gusta sentir estas coincidencias con un poco de magia y solidaridades. Pura casualidad, sí. Pero también puro encanto.

Vencido septiembre, afirmándose el otoño después de ese atisbo de nostalgias estivales que dicen del veranillo de san Miguel, veranillo de los membrillos, cumplimos años. Buen momento para hacer balance de vida. Especialmente por la noche. Siguiendo el poema de Ada que decíamos, la noche es una noche que se adelanta, «(…) que comienza / en la oscuridad de una nube.» Momento de balance para arqueo de los «deseos cumplidos» y de los deseos «no consumados». Instante, también, para «asumir las consecuencias» entre lo elegido y lo impuesto en nuestro vivir. Momento de entusiasmo sereno, «sereno entusiasmo», prioriza Ada.

El poema, recordado en nuestro cumpleaños, nos insta a ejercitar la memoria. Y cuando cabe la tentación de decir esa frase engreída, la de «no me arrepiento de nada», pretendiendo ser consolación de algún desastre, también cabe el reproche. Porque habiendo vivido ya más de medio siglo, uno sí que tiene cosas de las que arrepentirse. Porque ha habido momentos desafortunados, comportamientos idiotas y vanidades. Nada de esto, es verdad, nos ha llevado al cadalso, si no es tortura el no poder ya enmendarlos. Es por lo que en esta noche adelantada «en la oscuridad de una nube» pido disculpas a quienes haya molestado en este medio siglo y lustro vivido. Para que mi cumplir años sea feliz.

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