El PSOE de Orihuela eleva una moción al Pleno para reprobar a Manuel Mestre por sus declaraciones sobre el colectivo LGTB

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Juan Miguel López

Los socialistas consideran que «el Ayuntamiento de Orihuela debe ser un espacio de respeto, convivencia y compromiso con los valores constitucionales»

El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Orihuela ha presentado una moción, al Pleno de este jueves, con la que piden la reprobación del concejal de Vox, Manuel Mestre, por sus declaraciones sobre el colectivo LGTB.

En el texto, el PSOE aseguran que «la convivencia democrática se fundamenta en el respeto a los derechos humanos, la igualdad y la dignidad de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género, origen étnico o situación administrativa. Desde las instituciones públicas, y en especial los gobiernos locales, tenemos el deber moral y político de defender los principios constitucionales de igualdad, respeto, diversidad y convivencia. No hacerlo supone una renuncia grave a las obligaciones básicas de cualquier administración democrática».

En este sentido, de acuerdo con el texto firmado por el concejal Juan Miguel López, «las recientes declaraciones realizadas por el concejal de gobierno D. Manuel Mestre el pasado martes 17 de junio y recogidas en los medios de comunicación locales, resultan profundamente preocupantes y absolutamente reprobables. Estas declaraciones forman parte de una estrategia de marketing ideológico propio de Vox pero que lanzado desde el altavoz que supone su cargo en el ayuntamiento de Orihuela daña la imagen de la institución porque desprende odio hacia una parte importante de la ciudadanía. En intervenciones públicas, y a través de medios de comunicación y redes sociales, el Sr. Mestre ha manifestado opiniones que suponen un ataque directo a la comunidad LGTBI, y a la celebración del Día del Orgullo negando su valor como herramienta de visibilización y reivindicación de derechos».

Según el documento presentado por el PSOE, «Vox arremete contra los programas educativos que simplemente promueven el respeto a la diversidad, acusándolos falsamente de “adoctrinamiento” y alentando de alguna manera a la censura en las aulas». Por ello, mantienen,“nos parece una grave irresponsabilidad que se pretenda introducir contenidos ideológicos a través del juego en niños, muchos de ellos aún en edad muy temprana de comprender estos mensajes”. Además utiliza un discurso que no solo ataca al propio colectivo sino que pretende señalar a las personas migrantes vinculándolas injustamente con la inseguridad y el ataque, según ellos sistemático, a la comunidad LGTB, asegurando “el verdadero peligro para los derechos y la libertad de todos, incluidos los homosexuales, viene de la inmigración ilegal masiva que importa culturas donde la homosexualidad está perseguida con cárcel o incluso con la muerte”.

Estas declaraciones, subrayan los socialistas, «no solo suponen un menosprecio a colectivos vulnerables y a políticas públicas de inclusión social, sino que alimentan discursos de odio y polarización que no tienen cabida en una sociedad democrática y plural como la nuestra. Pero más grave aún que las declaraciones del Sr. Mestre es la actitud de silencio, permisividad y pasividad del gobierno municipal del que forma parte, que ni ha condenado públicamente estas manifestaciones ni ha tomado medida alguna para deslindarse de ellas. Este silencio institucional equivale a una forma de complicidad que socava la credibilidad del Ayuntamiento de Orihuela como institución democrática, plural y garante de los derechos de todos los ciudadanos y ciudadanas. Permitir que un representante público utilice su cargo para fomentar el odio, la exclusión y el enfrentamiento sin que ello tenga consecuencias políticas, deslegitima el ejercicio de gobierno y envía un mensaje peligroso: que los discursos de intolerancia pueden ser pronunciados desde el poder sin que exista responsabilidad alguna».

El Ayuntamiento de Orihuela, afirman desde el PSOE, «debe ser un espacio de respeto, convivencia y compromiso con los valores constitucionales. Permitir, sin consecuencias, que un representante público difunda mensajes de intolerancia compromete gravemente la imagen de esta institución y socava la confianza de la ciudadanía en sus representantes«.