Elogio de la frontera

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Mateo Marco Amorós

A cara descubierta

En 2017, terminando el curso, presentamos el primer ejemplar del anuario BARRO MH, publicación del Instituto Miguel Hernández de Bigastro. En esta presentación dedicamos un apartado a hacer elogio de la frontera. Justificando lo que no era necesario justificar. Pero esto es lo que más o menos dijimos:

Quienes hemos nacido, nos hemos criado y hemos vivido –y vivimos– en tierras de frontera sabemos que las lindes administrativas no son, no pueden ser, límites para la cultura. Más lo contrario. Porque antes que límites son crisol, vasija de intercambio y fusión. Por lo tanto, enriquecedoras. Así lo he vivido en mi pueblo. Pero también viajando y conociendo otras tierras de frontera. Por ejemplo en Neuf–Brisach en Alsacia, entre Alemania y Francia. O en Almeida o Guarda en Portugal. O en la comarca del Matarraña en Teruel, donde existe esa habla entre el castellano y catalán que llaman «chapurreado».

Los que hemos nacido, nos hemos criado y hemos vivido –y seguimos viviendo– en tierras de frontera, sabemos que no es posible poner puertas a la mezcla de costumbres, hablas, lenguas, gastronomías… Por ello, contra cualquier prejuicio al respecto recomiendo que un veinticinco de agosto se vaya a la pequeña población de Camp de Mirra. Entre Villena y Banyeres de Mariola, entre Biar y Beneixama, entre Beneixama y la Canyada de Biar. Allí, desde 1976, se teatraliza la firma del Tratado de Almizra que en 1244 fijó las fronteras entre Aragón y Castilla. En la representación Jaume I i el seus oficials parlen en valencià, el infante Alfonso –futuro Alfonso X– y sus representantes en castellano. Y hablando cada uno en su lengua madre se firma el pacto. No negaré en relación al Tratado dificultades previas y posteriores propias de la Historia, propias de la diplomacia política, pero la lección que uno saca de esta representación es que aun usando diferentes lenguas cabe un acuerdo. Que la diferencia de lenguas no es torre de Babel.

Los que hemos nacido, nos hemos criado, hemos vivido y vivimos en tierras de frontera sabemos que las posibles diferencias antes que ser confusión son fusión.

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