Madrid perdido

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Mateo Marco Amorós / A cara descubierta

Joaquín Marín / Ilustración

Definitivamente habrá que resignarse. Porque por más que lo intentemos es absurdo querer encontrar inmutable la ciudad que hace unos cuarenta y cuatro años nos sedujo: Madrid. Cuarenta y cuatro años son casi medio siglo.

Nos sedujo caminando de la mano de nuestro padre. Con diez años aún caminábamos de su mano. Muñoz Molina en «El viento de la luna» nos instaba a conservar el recuerdo de la última vez que caminamos de la mano de nuestro padre. Nuestra última vez –que recordáramos– ya lo contamos cuando en El Periódico de Villena, en nuestra sección «De recuerdos y lunas» publicamos «La mano del padre», trayendo una mañana luminosa de domingo en una Villena todavía de calles adoquinadas.

El Madrid que buscamos es el Madrid recorrido también de la mano de nuestro padre. A principios de los setenta. El Madrid que nos enamoró y el que visitándolo ocasionalmente siempre pretendemos reencontrar, sintiendo frustración por ser imposible. Cierto que en años sucesivos a aquellos años aún quedaban espacios y ambientes de los añorados ahora. Espacios que poco a poco han ido desapareciendo. Visita tras visita los hemos echado en falta. Unos por dejar de ser; otros por, transformándose, ser cosa distinta de lo que fueron. Y aquel Madrid ya no es para nosotros sino Madrid missing.

No se puede viajar al pasado. Sólo el recuerdo nos lo puede traer. Plaza de Canalejas, oficina central del Banco Hispano Americano como punto de partida. Calle de la Cruz o calle Carretas pasando por Puerta del Sol para subir hasta la plaza de Santa Ana. Callejear y tapear por algunos bares típicos. Viajes en Metro. Línea de Sol para visitar las Ventas. Madrid de corbatas y gabardinas. De humo en los bares, en el Metro. Madrid de taxis SEAT 1500 negros con una línea roja en los laterales. Madrid del scalextric de Atocha. Madrid del Prado. Café Gijón con Alfonso cerillero. Madrid. Madrid pretendido pero… Pero ni siquiera está la librería San Martín donde el anarquista Pardiñas asesinó a Canalejas. Madrid… Madrid de la mano del padre. Madrid que ya no es. Madrid ubi sunt.

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