
El castillo de fuegos artificiales a la salida del Cristo Resucitado y las salvas de cohetes en el momento del Encuentro maravillaron al público allí presente
La alegría del Encuentro entre Cristo Resucitado y la Santísima Virgen Dolorosa puso el broche de oro a la Semana Santa de Orihuela. La procesión de la Hermandad de la Resurrección tiñó, poco antes de la medianoche, las calles de la capital de la Vega Baja de blanco.
Partió el cortejo desde la Iglesia de las Santas Justa y Rufina. Primero la Virgen, obra cumbre del escultor Francisco Salzillo, que con su semblante espiritual, todavía tiene atravesado el puñal de los siete dolores. Una soberbia talla del más destacado imaginero del barroco español, con un acompañamiento a su altura, el de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Auxilium’.
Después, y precedido por una representación de todas las cofradías, hermandades y mayordomías de Orihuela; así como de centros educativos diocesanos, el público pudo comprobar que el Santo Sepulcro está abierto y vacío. Un ángel custodia la entrada, con rostro entrañable y lleno de dulzura.
Finalmente, abandona el templo el Salvador Resucitado, bajo el abrazo de un castillo de fuegos artificiales. Esta imagen, la más antigua que desfila en la Semana Santa oriolana, es la más antigua que procesiona. Data el siglo XVI, y se desconoce quién fue su autor. En cualquier caso, se trata de una talla que representa, en un tamaño más reducido al habitual, la victoria de la vida sobre la muerte, del alma sobre la carne, el bien contra el mal. Un mensaje cristalino, de victoria, pues la profecía se ha cumplido.
El momento álgido de la procesión tuvo lugar al filo de la medianoche. En una Plaza Nueva a rebosar, María y Cristo, la Madre y el Hijo, se encontraron entre el silencio y la emoción. Poco a poco se fueron acercando. Entonces, una voz quebró el silencio. Se lee el pasaje bíblico correspondiente. Cristo ha resucitado. Cristo vive. La Virgen es liberada de su dolor, de su puñal. Su Hijo ha resucitado. Unas salvas de cohetes fueron lanzadas en el momento del Encuentro, llenando de emoción al público allí presente.
Con gran alegría y regocijo, sonó la ‘Marcha Real’. Las notas del himno de España se confundían con los aplausos y las aleluyas. El blanco y el negro dieron paso a un arcoiris de alegría. El cielo se tiñó de amarillo, azul, rosa, verde… De todos los colores que componen las aleluyas que se lanzaron. Un momento de gran emoción y felicidad que puso el brillante punto y final a la Semana Santa 2025 de Orihuela.
Puedes ver el vídeo de la Procesión de la Hermandad de la Resurrección y el Encuentro de Orihuela aquí:
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