
Esta procesión está considerada como una de las 10 más destacadas de España
La madrugada oriolana del Jueves Santo se ha teñido de silencio y solemnidad con la celebración de una de sus procesiones más singulares y emotivas: la de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte. A la una de la madrugada, desde la histórica puerta de la Universidad de Santo Domingo, comenzaba el cortejo que recorrería las calles del casco antiguo de la ciudad.
Este año, además, la hermandad celebraba su 25 aniversario, siendo la cofradía más joven de la Semana Santa oriolana. A pesar de ello, se ha consolidado como una de las procesiones más respetadas y esperadas por su carácter penitencial y la espiritualidad que transmite, llegando a ser considerada como una de las 10 procesiones más destacadas de España.
El itinerario, iluminado únicamente por las velas que portaban los penitentes, llevó a los fieles por el casco antiguo de la ciudad hasta llegar a la Iglesia de Santiago. Durante el recorrido, en la Plaza de Ramón Sijé, tuvo lugar el sobrecogedor acto de las Siete Palabras, acompañado por el quinteto de metales «Ginés Pérez de la Parra» y los cantores de la Primitiva Pasión «Federico Rogel».
Los dos pasos que componen esta procesión son el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, una talla neoclásica de 1940 atribuida a la escuela de José Capuz, y María Santísima de la Amargura, obra del escultor Víctor García Villalgordo, incorporada en 2022.
Puedes ver la procesión completa aquí:
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