El palacio de Rubalcava

Publicidad

Mateo Marco Amorós / Nostalgia de futuro

Joaquín Marín / Fotografía

Si ayer hablábamos de ruinas en la naturaleza, amenazadas también por el ser humano, hoy traemos ruinas exclusivas del hombre. La ingeniería de las palabras no las apuntala. Nos entretenemos en las voces ocurrentes. Mejor cuanto más misteriosas. Pero en el juego retórico nos despreocupamos de la cimentación efectiva. Nos dejamos seducir por el eco del léxico pomposo de siglas que al cabo, en algunos casos como el que traemos, ocultan la catarata de la devastación.

Hace años EDUSI inventó alguien en Europa para referirse a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrada, una «estrategia de ciudad» bien intencionada para convertir las urbes en espacios de mayor calidad pero… En Orihuela, dentro de la EDUSI se proyectó la recuperación del Palacio de Rubalcava y…

A pesar de subvenciones concedidas pero perdidas por alguna negligencia, a pesar de proyectos y proyectos –unos disparatados otros no–, a pesar de haber sido incluido en la «Guía Provisional de Arquitectura de Orihuela» editada por la Comisión de Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Alicante, a pesar de que figura en el Catálogo del Plan Especial de Protección del casco Histórico de Orihuela, a pesar de también estar catalogado como Bien de Relevancia Local situado en un entorno BIC, a pesar como hemos dicho de formar parte de la EDUSI y contar desde principios de año con un presupuesto de licitación de casi cuatro millones de euros, sigue derrumbándose, pendiente –nos dicen que pronto– de la firma del contrato para la obra de recuperación.

Desde 2016 el bello palacio aparece en la Lista Roja del patrimonio, esa lista que coordina Hispania Nostra bajo el lema «Patrimonio somos todos». Ahí aparece junto con otros edificios de Orihuela pendientes de actuaciones para su conservación. Así la mitad este de la alquería casa de Bonanza, el Molino de la Ciudad, la iglesia de San Agustín, la iglesia de las Santas Justa y Rufina, el complejo minero de San Antón –cuidado y descuidado– y el castillo. Ahí aparece como ruina el palacio degradado. Después de haber sido tantas cosas que ha sido o ha querido ser.

Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*