La regeneración de la zona afectada por el vertedero de Proambiente costará 20 millones de euros

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La segunda fase de las obras de sellado se inician esta semana con un importe de 1 millón de euros

En los próximos días va a dar comienzo la segunda fase de las obras de sellado del antiguo vertedero de Proambiente, ubicado entre la pedanía oriolana de La Murada y el municipio murciano de Abanilla.

El director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, ha asistido hoy al acta de replanteo de estas obras en las que la Generalitat va a invertir un millón de euros para sellar los vasos A y C, que se ubican en territorio oriolano. Está previsto que los trabajos se alarguen hasta mediados del mes de noviembre.

En una primera fase la Generalitat actuó sobre el vaso 1 del vertedero, que era el que más urgencia corría debido a las combustiones que sufría de manera frecuente, ha explicado Piquer.

Con esta nueva inversión la Generalitat habrá sellado prácticamente la totalidad del perímetro interior del vertedero en que durante décadas operó la empresa Proambiente, acusada de causar un delito medioambiental de grandes magnitudes en la zona. En la primera fase se invirtió un millón de euros a lo que hay que sumarle ahora otro.

Entre las administraciones autonómicas de Valencia y Murcia ya llevan invertidos más 8 millones de euros en la regeneración del entorno.

Tanto la Generalitat Valenciana como la Región de Murcia tienen abierto un procedimiento para reclamar por la vía judicial a la empresa infractora, propiedad de la familia de Ángel Fenoll, el montante económico que las administraciones públicas están invirtiendo en la recuperación ambiental de este espacio. Calculan que el montante total para regenerar el espacio tendrá un coste para las arcas públicas de las dos autonomías de 20 millones de euros.

Cuando se concluyan definitivamente las actuaciones de  sellado y controlado habrá una fase de post-clausura que obliga a las administraciones a vigilar y mantener el entorno durante un periodo de 30 años.

Desde la plataforma vecinal Vertivega, que durante años denunció el perjuicio medioambiental y sanitario que estaba ocasionando Proambiente para los vecinos de La Murada, ya ven el final de su pesadilla, tal y como ha señalado su vicepresidente José María Almarcha.

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