Uno de aquellos…VIII

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Dovbush

Dovbush 

Mateo Marco Amorós
 

Lo cuenta Hobsbawm en su libro «Rebeldes primitivos»: «Oleksa Dovbush, el legendario bandolero y héroe cárpata del siglo XVIII, solamente podía morir de tiro de bala de plata que hubiese sido guardada durante un año en una fuente de trigo primaveral, bendecida por un sacerdote el día de los doce grandes santos, y sobre la que doce sacerdotes hubiesen dicho doce misas.»

Para glosar el carácter legendario de Dovbush –el Robin Hood de los Cárpatos–, Hobsbawn bebe de la novela que Ivan Olbracht dedicó a Nikola Suhaj, otro bandolero. En ella se cuenta que el Emperador había oído hablar de Dovbush, «ese hombre al que ninguna fuerza podía subyugar». El Emperador pedirá al bandolero que acuda a Viena para acordar una tregua entre ambos. Se trataba de una encerrona. Porque cuando Dovbush se acercaba, el Emperador mandó al ejército para matarlo. El mismo emperador desde una ventana observaba la operación. Pero las balas rebotaban sobre el bandido volviéndose contra los que le disparaban, matándoles. «Entonces, el Emperador ordenó que cesase el fuego y concluyó la paz con Dovbush. Le dejó libre de luchar donde quisiera, siempre y cuando no lo hiciese contra las mesnadas imperiales. Y para certificarlo, le hizo entrega de una carta con su sello. Y durante tres días y tres noches, Dovbush fue el huésped del Emperador en la corte Imperial.»

Los campesinos de los Cárpatos corroboran la popularidad de Dovbush afirmando que durante los siete años que luchó por sus tierras y «mientras vivió las cosas fueron bien para el pueblo.» El popular personaje, en agosto de 1745, traicionado por su amante Dzvinka, murió. Herido de muerte por un disparo de Stefan, el marido de Dzvinka.

La leyenda del bandolero trasciende su muerte. Se dice –lo recoge Hobsbawm– que Oleksa Dovbush duerme «mientras su hacha enterrada adelanta cada año lo que el ancho de una semilla de amapola, en dirección a la superficie del suelo, para que, cuando emerja, surja otro héroe, un amigo del pueblo, que será terror de los terratenientes, que vendrá a partir su lanza por la justicia, a vengar las injusticias.»

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