Los agricultores de alcachofa de la Vega Baja denuncian la falta de ayudas tras la DANA

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La producción de alcachofas de la Vega Baja de esta temporada procede de las zonas más elevadas de la comarca que se salvaron del temporal

La Asociación Alcachofa de la Vega Baja denuncia que después de más de cuatro meses los agricultores afectados por la DANA no han recibido ni un céntimo de euro en ayudas y lamentan el estado de abandono que están sufriendo por parte de las administraciones públicas.

Para el presidente de la Asociación Alcachofa de la Vega Baja del Segura, Diego Martínez, “el panorama es desolador para todos aquellos agricultores que tenían sus cultivos hortícolas en la margen izquierda del Río Segura porque lo han perdido todo y no hay indicios de que la cosa pueda mejorar”. Por ello, continúa el presidente,  “desde nuestra asociación pedimos que se atiendan con urgencia las necesidades de un sector que es vital para la Vega Baja”.

Martínez añade que las consecuencias no solo las están padeciendo los agricultores sino que algunas empresas del sector también han tenido que tomar medidas y reducir, muy a su pesar, sus plantillas para poder hacer frente a la situación.

“Es hora de que las fotos, las palabras, las visitas y las buenas intenciones… se conviertan en realidad. Durante los fatídicos días fueron muchas las autoridades que vinieron a la comarca y mostraron su solidaridad con los afectados pero lamentablemente esas visitas solo se han quedado en gestos y los agricultores que están sufriendo las consecuencias del desastre no han  recibido ni una ayuda”.

Para el presidente de la Asociación Alcachofa de la Vega Baja “los políticos no pueden mirar para otro lado escondiéndose en la ausencia de contratación de seguro agrario (situación que se da en la mayoría de los productores de hortalizas) porque estamos ante un caso excepcional que es de extrema gravedad y que hay que atender para no dejar de lado a miles de familias de agricultores”.

Campaña atípica con producción en las zonas que se salvaron

Toda la situación provocada por la DANA está incidiendo en la campaña de la alcachofa de la Vega Baja que está siendo atípica debido a que la producción de las zonas más afectadas (Dolores, Almoradí, Orihuela, San Fulgencio y Rojales; entre otros municipios) prácticamente se ha perdido toda.

Diego Martínez apunta que esta zona afectada representa alrededor del 60% de la producción de la comarca y que, en la actualidad, se está trabajando en el 40% de las zonas que se lograron salvar por encontrarse en lugares más elevados y alejados de la margen izquierda del Río Segura como San Miguel de Salinas o Benejúzar; entre otros municipios.

“Gracias a esta circunstancia estamos abasteciendo al mercado en fresco y se están atendiendo las demandas”, apunta Martínez quien añade que de no haber tenido los daños de la DANA “hubiera sido una gran campaña para el sector”.

Diego Martínez ha señalado también que tal y como se han ido sucediendo los acontecimientos, esta temporada 2019/2020 hemos decidido no realizar el acto de inicio de la campaña y vamos a centrar nuestros esfuerzos en seguir reclamando y denunciando la difícil situación que están atravesando muchos agricultores de alcachofas y otros cultivos de invierno.

Para el presidente de la Asociación Alcachofa de la Vega Baja la paciencia del sector se está agotando y estamos cansados de pagar las consecuencias de la   falta de acuerdo e interés.

En este sentido, Martínez ha recordado que “en los últimos años la sequía y la ausencia de una política justa en la gestión del agua nos ha impedido crecer, que la globalización y la competencia en desigualdad de condiciones está afectando a la industria conservera y ahora, con la DANA, la situación es peor… y nadie está haciendo nada por nosotros”.

Para Martínez, “se habla mucho en estos últimos tiempos del cambio climático, de la necesidad de tomar medidas, soluciones… pero no se hace nada para garantizar el futuro de un sector que, precisamente, es un ejemplo de respeto al entorno, de cuidado del medio, que utiliza sus recursos de forma sostenible, que reutiliza varias veces las aguas para riego y que es la base de la dieta mediterránea y la alimentación saludable”.

“Si de verdad queremos proteger la huerta de Europa, garantizar el relevo generacional, que la agricultura siga generando riqueza y empleo en la Vega Baja tenemos que tomar medidas urgentes y atender sus necesidades y si pasa una desgracia como la DANA hay que echar una mano y ayudar a las familias que lo han perdido todo porque, de lo contrario, corremos el riesgo de que desaparezca el patrimonio más valioso que tenemos en la comarca”, concluye Martínez.

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