Las sonoras pitadas que desde hace más tres meses protagonizan los plenos municipales ahogaron el debate de un pleno municipal en el que agentes de la policía local y Acciona se quitaron las camisetas como forma de protesta
Desde hace tres meses las sesiones plenarias en el Ayuntamiento de Torrevieja se han convertido en un verdadero desafío al oído, las sonoras pitadas que trabajadores de Acciona y Policías Locales protagonizan cada sesión para revindicar unos “la dignidad policial”, los otros la no división de la contrata de basura y aseo urbano se está convirtiendo poco a poco en la banda sonora “oficial” de los plenos del municipio.
Ayer, último viernes hábil del mes de abril se celebró una nueva sesión ordinaria del pleno de Torrevieja y nuevamente las protestas, que esta vez fueron un paso más allá, coparon la atención de los medios de comunicación presentes en el consistorio. Sobre las once de la mañana, al comenzar al debatirse el punto séptimo en el que se debían aprobar los más de 500.000 euros en horas extras de la plantilla de funcionarios, la concejal popular Carmen Gómez Candel y el socialistas Ángel Sáez abandonaron el salón de plenos para cumplir con la legalidad debido a que familiares directos de ambos se encuentran en la lista de funcionarios a los que se debía aprobar el pago de las horas extraordinarias. A esa misma hora se comenzaban a escuchar los primeros pitidos en la calle, donde cerca de medio centenar de trabajadores de Acciona y Agentes de la Policía Local coreaban sus reivindicaciones y hacían sonar sus pitos en señal de protesta. En esta ocasión la presión social no se quedó en una protesta “sonora”, cerca de las doce de la mañana, durante el debate del punto octavo del orden del día, los manifestantes accedieron al salón de plenos donde se quitaron las camisetas para que se pudiera leer en sus torsos y espaldas algunas de sus demandas. Así desnudos de cintura para arriba, con dianas pintadas en sus pechos y espaldas en las que se podían leer consignas como “No + Caos”, “Diálogo” u “Honor Policial” entre otras los manifestantes dieron un paso más en unas protestas que poco a poco se van transformando por su continuidad en parte “obligada” de unas sesiones plenarias que se han convertido en un espejo en el que el equipo de Gobierno no puede evitar mirarse cada final de mes.
Apertura de expedientes
La forma elegida para la protesta sorprendió tanto al público como a los concejales presentes en la sala y no sentó nada bien ni al alcalde, Eduardo Dolón, ni a la concejala de Policía, Agustina Esteve. El primero ordenó que se desalojara “a todos los que se encontraran sin camiseta” y que se identificara a los agentes que habían protagonizado la protesta para abrirles expediente sancionador. Por su parte la edil de Policía abandonó la sesión plenaria para asegurarse de que los agentes presentes cumplían con las órdenes del alcalde y tomaban nota de quienes “desnudaron” sus quejas.
Sin cambios
Las reclamaciones de los miembros de los agentes de la Policía Local son las mismas con las que se comenzaron las protestas, la falta de entendimiento y según los representantes sindicales de “diálogo” entre los representantes de los trabajadores y el equipo de Gobierno ha enquistado una situación a la que no se le ve de momento ningún viso de solución. El incumplimiento de los acuerdos de horarios, la falta de dignidad en el trabajo, la apertura arbitraria de expedientes y el nulo entendimiento entre la plantilla y los mandos policiales son las principales quejas de este colectivo.
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