El Cornellà acaba con la era Villafaina (1-2)

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Foto: Antonio Peñalver

La sexta derrota liguera amarilla provoca la salida del técnico y deja al equipo a cuatro puntos de la permanencia y con el líder Lleida como próximo rival

Antonio Peñalver

Tenía otra oportunidad el OCF de revertir su mala dinámica liguera con la visita de un Cornellà también en horas bajas, pero la historia volvió a repetirse. El equipo volvió a encajar y … volvió a perder. Y con el 1-2 final continúa como penúltimo. El Cornellá vino a Crevillente a ahondar la crisis del Orihuela CF. La sexta derrota liguera en once jornadas provocó sólo dos horas después del pitido final la destitución de Villafaina. Con 21 goles en contra en 11 partidos está claro que hay que mejorar con urgencia las prestaciones defensivas del equipo, porque los amarillos son con diferencia los más goleados del grupo III y además presentan la peor diferencia de goles (-12). No obstante, pese a este mal inicio liguero, los amarillos sólo tienen la zona de permanencia … a 4 puntos cuando quedan aún 81 en juego. Tiempo hay por delante.

La verdad es que comenzó el partido de la mejor manera posible. La salida amarillla fue fulgurante y en el 2′ después de tres saques de esquina Antonio anotó el 1-0. El OCF era un ciclón y tenía desarbolado a su rival. En el 8′, tuvo el equipo de Villafaina la posibilidad de lograr tranquilidad, pero el tiro de Antonio se estrelló en el poste. El juego amarillo entusiasmó por momentos a la afición desplazada a Crevillente. El Cornellà andaba descentrado, apenas pasaba de medio campo y cuando intentaba atacar se encontraba con una expeditiva zaga amarilla. Antonio hacía un gran trabajo en ataque y Chechu Flores daba criterio al juego ofensivo de un equipo oriolano metido en el partido y muy motivado. Sin embargo, mediada la primera parte, se entró en una fase de faltas e interrupciones, que rompieron el ritmo que habían impuesto los jugadores de Villafaina. El árbitro por cierto tuvo un doble rasero para medir las acciones de uno y otro equipo. El Cornellà mereció varias amonestaciones al descanso, pero sólo se fue con una y también sin crear ocasión de gol alguna.

No obstante, el inicio de segunda mitad iba a condicionar el devenir del partido. Salió metido atrás el equipo de Villafaina y el Cornellà mandando. Después de dar un aviso en el 47′ en una jugada donde Jiménez remató de cabeza y despejó Emilio, llegaría el 1-1 en el 48′ con un remate de Pablo Fernández, al que no llegó el portero oriolano. Desde ese momento, el dominio pasó a ser alterno y se vió un partido abierto, pero con muy escasas ocasiones de gol por ambos bandos. En el 53′ una peligrosa arrancada de Chechu Flores acabó con un tiro alto, pero donde tuvo el Orihuela el triunfo fue en el 75′ con una triple ocasión en una jugada donde primero Solano y luego Pitu en dos ocasiones chutaron a puerta, pero la zaga y el cancerbero Ramón Juan despejaron hasta por tres veces la pelota. El Cornellà hilvanaba alguna que otra buena jugada con Nana como cerebro, pero al final se diluía y no llegaba a crear peligro, salvo un par de centros medidos sin rematador hasta que en el 79′ Cristian Lobato culminó una rápida acción atacante. El 1-2 cayó como un jarro de agua fría entre jugadores y afición, aunque sólo duró unos minutos. El OCF se volcó hasta el final en ataque, pero ya con más corazón que cabeza y sin generar peligro alguno, agotándose los minutos y consumándose otra derrota. Tras el pitido arbitral, hubo gritos de ‘fuera, fuera’ en algunos grupos de aficionados oriolanos.

Por el OCF jugaron Emilio Romero, Pina, Porcar, Inglés, Fondarella, José Carlos, Nico (Pitu 62′), Rodri, Antonio, Gilabert (Brian Pallarés 68′) y Chechu Flores (Solano 65′). En el Cornellà salieron Ramón Juan, Prats, Álvaro Moreno, Jiménez, Eloy, Leo Ramírez (Fer Pina 67′, Nana, Cristian Pérez, Mario Robles, Pablo Fernández (Esteve 70′) y De Baumbag (Lobato 46′). Arbitró Madrid Martínez, que mostró amarilla a Pina, José Carlos, Rodri, Gilabert, Álvaro Moreno, Cristian Pérez, Nana y Pablo Fernández. Un millar de espectadores se congregaron en el campo Enrique Miralles de Crevillente en tarde ventosa.

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