Expedientes

Publicidad

Bardomeras y meandros / Mateo Marco Amorós

Fotografía / Joaquín Marín

Lectura veraniega, recomendamos de Margarita Ibáñez Tarín Apóstoles de la razón. La represión política en la educación. Historia comparada que analiza políticas educativas desarrolladas por dictaduras en España, Portugal e Italia; que supusieron, particularmente en España, la depuración de individuos no fiables para el régimen. Leyéndolo nos viene a la memoria el paseo del maestro detenido y perplejo, interpretado por Fernán Gómez en La lengua de las mariposas. Imagen paradigmática de algunos ejemplos que sucedieron.

En el libro que decimos, la autora recoge dos casos en Orihuela: el del catedrático Antonio Sequeros López y el del bibliotecario Justo García Soriano. De ellos supimos gracias al estimable estudio de Antonio José Mazón Albarracín, La Segunda República y la Guerra Civil en Orihuela vistas desde el Puente de Rusia. Lo que nos trae Ibáñez Tarín está basado en los expedientes del Archivo General e Histórico de Defensa y del Archivo General de la Administración.

Sobre Sequeros informa que formando parte del comité revolucionario creado en Orihuela el 19 de julio de 1936, aceptando la responsabilidad de seleccionar obras de arte sacro de valor artístico en las iglesias de Orihuela, le acusarán de incautar y saquear iglesias. También de asesinar a dos funcionarios de correos y destituir a siete profesores derechistas. Treinta años de reclusión mayor le cayeron, reduciéndoselos en 1940 a seis años de prisión. En 1964, seguía pidiendo la revisión de su expediente y la readmisión como profesor. Sobrevivió dando clases particulares.

García Soriano puso a salvo en Orihuela incunables, libros raros y curiosos, unos cien mil volúmenes, custodiándolos en el palacio de los marqueses de Rafal. Igualmente le acusaron de saqueo e incautación del patrimonio eclesiástico. Y de masón. Condenado a doce años y un día en la cárcel de Porlier en Madrid, conmutándole la pena cumplió seis años y un día. Readmitido en 1946 en el Cuerpo Facultativo de Bibliotecarios le destinaron a la Biblioteca de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid. Ejemplos, uno y otro, de que la paz no fue paz, sino Victoria. Como se dice en Las bicicletas son para el verano.

Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*