Piedra y estaca

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Mateo Marco Amorós / A cara descubierta

Fotografía / Joaquín Marín

Lo decía mi abuelo materno. Lo decía con cierto deje villenero. Y decía: «Aquel que se va a cagal… –decía cagal alargando la ele final– Aquel que se va a cagal… y no se lleva la piedra al puesto, la tendrá que il a buscal… –aquí también exageraba las eles– con los tres ojos abiertos.» Piedra o pámpano, la lección era advertencia de la necesidad de ser previsor en determinadas circunstancias. Para no andar con apreturas antes, durante y después de la apretura.

Aplicando la previsión a quienes tienen perro o perros, ya saben de tiempo y de buenos hábitos ciudadanos que hay que llevar la bolsa «al puesto» para retirar los residuos que la mascota deja por las calles. Bolsa y botella. Por cierto, no entiendo cómo no teniendo perro, tengo zurullos de perro en la puerta de mi casa. No lo entiendo. Zurullos y orines. Esto a no ser que tenga, sin saberlo, un perro invisible. Perro invisible cuyas heces no lo son. Ahí están todos los días avisándome de que existe. ¡Guau! No lo escucho. No lo veo. Pero sí sus inmundicias. Luego existe. Y por lo generoso que evacúa, me consta que está bien alimentado.

Al respecto de las defecaciones, el Antiguo Testamento, en el Deuteronomio, capítulo trece, versículo trece y siguientes, manda al pueblo de Israel: «Tendrás un lugar fuera del campamento para tus necesidades y llevarás en tu equipo una estaca. Cuando salgas a hacer tus necesidades, harás con ella un hoyo y al final taparás los excrementos.» Eso dice: «taparás los excrementos». Porque advierte que como el Señor anda por el campamento, «tu campamento ha de estar santo, para que el Señor no vea nada vergonzoso y no se aparte de ti.» Orden ésta para los humanos que también consideramos valdría para las mascotas. Estaca. Estaca o bolsa y botella. Antes la piedra o pámpano. Para que el Señor –y nosotros– no tengamos que ver nada vergonzoso en el campamento que habitamos. Así que ya sabemos:

«Aquel que se va a cagal…» Aquel o su perro… ¡Piedra y estaca! ¡Piedra, estaca y hoyo!

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