Uno de aquellos…XXIX

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Cala Granadella

Cala Granadella

Mateo Marco Amorós
 

Los veranos se nos entristecen con los incendios. Es mucha la vida que se nos pierde con el fuego. Y las llamas nos queman el alma. Respiramos pavesas incandescentes, luciérnagas en la noche trágica. El humo ciega los paisajes convertidos en pesadilla. Y no podemos respirar. Sin árboles nos ahogamos. Sin árboles nos ahogaremos. Y nunca vendrán las lluvias.

Entre los incendios de este verano, doliéndonos todos, nos ha entristecido especialmente el ocurrido en la Cala de Granadella, al resel del Cabo de la Nao. Al norte de la provincia de Alicante. Alguna vez nos hemos escapado a esta cala para recordar el litoral mediterráneo que fue antes de la locura del cemento y ladrillos cuando el desarrollismo. Ahí, en el litoral expoliado, aún nos quedaba un fósil de la hermosura del mar cantado por Virgilio. Pero quemada la cala se nos roba la memoria de luces suaves, azules y desembarcos. Mar de levantes furiosos y almadrabas de plata.

Agotadas las vacaciones, agostados por el fuego estos espacios próximos de mar, asuntos personales nos llevaron a Valladolid. Otra vez. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, hicimos turismo. Y visitamos la Sala Municipal de Exposiciones del Museo de la Pasión. En esta ocasión, bajo el título «Caminos a la modernidad», presentaba la colección de pintura española de los siglos XIX y XX de Hans Rudolf Gerstenmaier. Una colección exquisita porque como afirma Marisa Oropesa, Comisaria de la Exposición, el alemán Gerstenmaier «como los grandes coleccionistas de antaño, empezó a coleccionar buscando lo bello, es decir, priorizaba su gusto personal por encima de otras consideraciones.» En ella podemos disfrutar de cuadros de Carlos de Haes, Beruete, Anglada, Regoyos, Sorolla, Zuloaga, Nonell, Mir, Meifrén, Vazquez Díaz, Rusiñol… Entre otros.

Y entre estos otros cuadros, uno del valenciano José Navarro Llorens (1867-1923) que vino a echar sal en nuestra herida veraniega por pintar con trazos impresionistas la Cala de Granadella. Estaba al principio de la exposición. Entrando a mano derecha. La cala, gentes sentadas en la orilla, el mar, dos barcas fuera del agua. Piedra y monte. Reliquia hermosa de la reliquia.

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