Vaciando el aire de las caracolas…LXV

Publicidad

Balcón

Balcón

Mateo Marco Amorós
 

—Tan sólo os puedo decir que he visto el balcón más hermoso del mundo defendido por los hombres más fieros de la tierra… —esto contestaba a Pedro el Cruel su embajador tras entrevistarse con los defensores de Orihuela. Añadiendo que los oriolanos habían jurado que en ese balcón no pondría los pies el rey.

Como aportación a la encuesta de «El Pueblo» en 1927 sobre la vista más bonita de Orihuela, lo cuenta A. Hernán, pseudónimo de Luis Almarcha Hernández –véase «El Pueblo», 164 (8.06.1927)–, colaborador del periódico con artículos de contenido histórico. Aquí, la mejor vista es «la del Canto Foral». Así ha titulado su artículo que es diálogo entre personajes. Justifica su elección, contándonos la leyenda relacionada con el lugar –véase Antonio Luis Galiano, «Nobleza, lealtad y fidelidad II». En «La Verdad» (22.06.2012).

Los de Pedro el Cruel pidieron parlamento a los defensores de Orihuela. Aceptado el parlamento, vendándole los ojos, guiaron al embajador hasta el hueco del Canto Forat donde habían colocado unas cortinas, convirtiendo el lugar en sitio cerrado. Cuando al embajador le quitaron el vendaje se creyó, humillado, en una mazmorra. Pero el guardia le contestó –»en la jerga semivalenciana que entonces se hablaba en Orihuela», precisa Hernán– que aquello no era una mazmorra sino un «forat». Pero el embajador reaccionó enfadado exigiendo explicación sobre eso del «foral» –así decía siempre por «forat»– e irritando tanto al guardia que, éste, estuvo a punto de demostrarle que un «forat» también era lo que podía hacerle con su espada sobre su cuerpo. Lo detuvo su jefe que, calmada la situación, e invitando a mirar al embajador, «mandó descorrer la cortina que tapaba la soberbia vista dominadora de parte de la ciudad y de la espléndida vega». El embajador exclamó: «diré a mi Rey que vuestro canto Foral tiene un balcón más hermoso que todos los de su reino…»

Vencida la ciudad, reconociendo su heroicidad, el rey quiso añadir a su escudo lo de «vuestras espadas siempre han prevalecido» y respetando el juramento de los oriolanos se comprometió a no pisar el balcón añadiendo que «su nombre de Foral será recuerdo del Fuero privilegiado que doy a Orihuela…» Termina Hernán invitando a visitar el lugar reivindicándolo como bella vista, «porque allí la visión panorámica y la visión histórica se juntan para darnos el cuadro mejor que es el de la virilidad oriolana a la que sirve de marco la verde esmeralda de la vega, engastada en las duras sierras de granito.»

Sé el primero en comentar

Deja tu comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*