Corazón de Ulises

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Fotografía de Joaquín Marín

Mateo Marco Amorós / Bardomeras y meandros

Joaquín Marín / Fotografía

Corazón de Ulises es el título de un delicioso libro en el que Javier Reverte –Javier Martínez Reverte– nos guía por la Grecia actual y pretérita. Mediterráneo oriental. Eterno. Clásico. Mediterráneo griego, turco y egipcio. Europeo, asiático y africano. Egeo, Jónico, Cilicense, Libio, Levantino… Mítico mar de mares. De aventuras. Mar Nuestro. Sentina de caprichosos dioses.

La muerte de Javier Reverte, viajero escritor, la hemos sentido como quien pierde al mejor de los lazarillos con el que vagar mundo. Y vagando mundo conocernos mejor a nosotros mismos. Parafraseando a Pessoa, que dijo que «leer es soñar de la mano del otro», diremos que leer a Javier Reverte es un placentero viajar de su mano. Por esto nuestra orfandad ahora. Sintiéndonos extraviados. Como sin brújula, como sin faro, como sin cicerone selecto.

Sí, a través de los libros viajamos. Sí, hasta viendo películas viajamos. El propio Reverte confesaba en La aventura de viajar que así se gestó su vocación viajera en la España triste y pobre de la posguerra. Leyendo y yendo a aquellos cines de sesión doble. Experiencias que espolearon su empeño viajero. Y es cierto: leer, ver películas pueden satisfacer esa vocación. Pero la experiencia viajera real es insustituible. El mismo Reverte constatará «que necesitamos ver el mundo en su realidad, no en su retrato; que nos sobran los intermediarios porque todos nuestros sentidos reclaman el contacto con lo que existe y palpita; que precisamos del olor de las cosas, de su sabor, de su tacto y de sus sonidos. Es una de las más hondas razones para viajar: invadir con todo el equipaje que constituye nuestro propio ser, la entraña misma de realidad; bañarnos en la vida.»

Eso es, bañarnos en la vida. Empaparnos de vida. Javier Reverte hizo periodismo muy consciente de que el reportaje era el género rey del periodismo. Y lo bordó. Convirtiéndolo en pieza literaria. Con una deliciosa narración de periodista pura sangre, novelista y poeta. Reafirmada en El ojo sentimental en particular y en general en cada uno de sus libros y artículos. Descanse en paz. Y eso, si quiere el mucho trotamundos.

2 Comentarios

  1. Muy interesante.
    La lectura siempre te permite viajar en espíritu, convivir con historias y personajes y soñar despierto.

  2. Really interesting, A writer and the reader are both on a journey, the one narrating what he sees, feels and thinks, while the other grasping and imagining the narration, the vistas are different but the journey is parellel.

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