Los Azotes y El Cristo de Zalamea para cerrar el Domingo de Ramos

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Miles de nazarenos acompañan a las tallas en la última de las tres procesiones de la jornada en Orihuela

La intensa jornada del Domingo de Ramos en Orihuela la culminó la procesión nocturna protagonizada por la Cofradía de la Flagelación, más conocida como ‘Los Azotes’, y la Hermandad del Cristo de Zalamea. Tras la bendición de palmas de la mañana y la procesión de las Mantillas de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores, llegó el turno de los primeros nazarenos de la Semana Santa.

El cortejo procesional lo abrieron Los Azotes, ataviados con túnica y capirote rojo bajo una capa de color morado. Los nazarenos acompañaron a las dos tallas de la cofradía; La Flagelación, que le da nombre, obra de Galarza y la Coronación de Espinas de Manuel Ribera, ambas sobre trono de plata de Orrico. La Banda de Cornetas y Tambores La Flagelación de Guardamar acompañó un año más a Los Azotes con una interpretación magistral que arrancó los aplausos de los asistentes en distintos puntos del itinerario.

Tras la Cofradía de la Flagelación llegó el turno de la Hermandad del Cristo de Zalamea que puso su toque de sobriedad y austeridad a la procesión.  Como es tradicional los nazarenos de túnica blanca y capa y capirote negro partieron desde su sede en el Convento de San Juan para incorporarse al itinerario oficial a la altura del Paseo Calvo Sotelo.

La primera de las imágenes en salir fue María Santísima del Consuelo, portada a hombros por mujeres desde hace más de una década.

Cerró la procesión el Santísimo Cristo de Zalamea, atribuida a Fray Nicolás De Bussy. Ambas tallas acompañadas por la música del toque de tambores de la Hermandad del Cristo de Zalamea (anónimo) y Plegaria al Cristo de Zalamea (Francisco Grau).

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