Muy femenina

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Mateo Marco Amorós / Bardomeras y meandros

Joaquín Marín / Fotografía

Estamos en junio de 1965 y a la joven madrileña Elisa Hortensia Rodríguez Vega se le ha ocurrido preguntar a una revista de actualidad y cultura –así reza en su cabecera la revista ALAMEDA– qué se necesita para ser secretaria. Elisa Hortensia Rodríguez Vega tiene dieciséis años y ha acabado dos años de mecanografía y taquigrafía. La revista le responde. Y le responde, en primer lugar, enumerándole la diversidad de tareas que puede exigir el trabajo como secretaria en una oficina; bien como mecanógrafa y taquígrafa, pero también como contable o archivadora o recepcionista o telefonista o traductora o…

Hasta aquí la orientación se ciñe a las destrezas técnicas y de formación necesarias para quien quiera desempeñar la labor de secretaria. Pero la revista añade además unos consejos que hoy consideramos, como poco, peculiares. Así valora que una buena secretaria «es la persona que, sea cual sea la profesión del jefe, resulta para él el punto de apoyo número uno; la que sabe adivinar sus necesidades y sus deseos; la que tiene siempre a punto la respuesta y el documento necesario; la que ahorra en lo posible al jefe los trabajos enojosos; la que sabe cuándo hay que pasar una visita y cuándo hay que detenerla, y, además, la detiene sin crear el menor malestar; la que no pregunta más que lo estrictamente necesario y siempre en momento oportuno; la que nunca da señales de fatiga ni de enojo; la que, por añadidura, hace todo esto sin parecer imprescindible.»

Remata ALAMEDA aludiendo a siete cualidades que una buena secretaria ha de tener: discreción, amabilidad, orden, precisión, rapidez, equilibrio y cultura. Todo esto más «una elegancia discreta que le enseña a vestirse en cada momento de la manera adecuada, presentándose siempre con un aspecto personal impecable, limpio y armonioso, pero exento de cualquier exageración, tanto en el colorido y hechura de los trajes, como en el peinado o en el maquillaje.» Antes de concluir, la publicación afirma que la de secretaria es una profesión «muy femenina».

Ahí queda eso. 1965. Hace cincuenta y cinco años. Medio siglo y un lustro. ¿Ayer?

1 Comentario

  1. ¿Donde existe una secre así. Parece como la esposa perfecta. Hace 55 años, veremos dentro de pocos años al secretario perfecto. Esto avanza y no para, gracias al progreso las mujeres inteligentes superan a los hombres en medicina, químicas, investigación, diseño y muchas cosas más.

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