A propósito de…LXXXVII

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famcamp

Me quedo estupefacta, como Marhuenda

Laura F.
 

No sé qué argumentos pueden dar los 178 diputados que han apostado por seguir viviendo del cuento. Bueno. Digo argumentos, por decir algo, ya que no hay respuesta posible para tal comportamiento ante las propuestas, de UPyD, en recortes y prebendas de estos señores que juegan y duermen en el hemiciclo. Sin contar los que se dedican a “jugar” con los aparatos tecnológicos que les regalamos.

1º) El que un diputado y senador no cobren por ley, más de un salario por tener más de una actividad… No sé. Porque se supone que como diputado o senador ya tienen uno. Creo que si se comprometen a una determinada responsabilidad como servidores públicos, a los que nadie ha llamado, están porque quieren y además, muchos, no sirven para ello… , no tienen tiempo para más. O hacen bien una u otra o las dos mal.

2º) Si a esto añadimos que 317 no quieren perder su chollo de “aforado”, la cosa se ve un poco peor. Y es que ser aforado/a   supone tener el derecho de ser juzgado por un tribunal distinto al que juzgara a un ciudadano normal, en caso de ser imputado por un delito. La excusa es la presión política a un tribunal ordinario en caso que se diera. JAJAJAJAJA.¡ Que me parto! Pero si no hay más que ver… JAJAJAJA…JA.

3º) Luego se ha tumbado la cuestión del indulto. UPyD pretendía (¡qué ilusos!) que se reformara y los Gobiernos pertinentes dieran cuenta de los indultos, así como su método de concesión. ¡Hombre! No haría falta si pensáramos que “todos van a ser imparciales y justos”, pero es una utopía y, como hemos podido comprobar, hacen lo que les da la gana. Y de dar razones …., si no lo hacen cuando hay motivos, mucho menos cuando es una aberración. ¿No habéis comprobado que, cuando el político sube al pódium de la autoridad, se cree por encima del bien y del mal. Les entra como una aureola de intocables que te mueres.

4º) Cuando han llegado a la reforma del Consejo General del Poder Judicial (Uff. ¡Cuánta palabra para que los nombren a dedo!) han pensado que es muy escandalosos que PP y PSOE los nombraran y que “debería ser” independiente. ¡Qué va! ¡Ni pensarlo! ¡¡Denegada!! No es yo sea una forofa de Rosa Díez. No. Pero, aunque sea por destacar un poco, las cosas cuando son cabales y éticas, LO SON. Y ahí los tenemos… ¡¡Ná!! Sólo son 17.621. ¡¡¡Una tontería!!! Gobierno, senadores, diputados, jueces, fuerzas del Estado y cargos de comunidades autónomas. Ya se encargaron que la CONSTITUCIÓN, esa señora que nadie respeta, lo tuviera bien escrito.

Y, sin embargo, esto sí lo llevan a pies juntillas. De todos ellos, por mucho título que aporten y muy políticos que sean, no dejan de ser “personas” (algunos)   que se corrompen y que la fastidian (la mayoría). Esta magnitud de aforamientos no se da en ninguna parte del mundo mundial. Lo que me recuerda que la España Democrática, ejemplo de transición, es todavía un reino en el que el Rey, la Nobleza (hoy alta burguesía) y la Iglesia, no pagan impuestos y tienen privilegios de toda clase; el que carga con el muerto es el pueblo llano, o séase, los de siempre. Aunque hay plebeyos que se creen que por codearse con las altas esferas, ellos también lo son. ¡¡Infelices!! Son los siervos, los utilizados y manipulados para que los poderosos sigan estando donde están. Cuando no les sirvan con la lealtad que ellos esperan…, dirán que no les conocen. Véase Bárcenas, Jaume Matas, José Marco,…Por lo que mi estupefacción es constante, como la que tiene Marhuenda. Con varias diferencias: él es doctor en Derecho, periodista, director de un periódico, profesor de universidad y político; yo, una simple maestra. Pero soy libre y tengo sentido común. Y éste no necesita títulos universitarios, sólo saber diferenciar lo justo de lo injusto, lo ético de los deshonesto, lo bueno de los malo. Sin embargo, como argumento a sus afirmaciones más tontas que un ocho, necesita recordar a los presentes los títulos y lo inteligente que es. ¡No sé! ¡Cómo siempre está estupefacto! Yo, gracias a Dios, sólo a ratos, cuando escucho cosas como lo descrito.

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