El Torrevieja perdona a la «Naranja Mecánica» y sucumbe 2-1

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Derrota salinera en Catral que deja el liderato a 9 puntos

Bien podría decirse que el Torrevieja se medía a la «Naranja Mecánica», tanto por el color de su rival como porque según la clasificación el Catral es el mejor equipo de la categoría. Cabe recordar que la citada obra de A. Burgess, llevada al celuloide por Kubrick, también inspiró el apodo de la célebre Holanda (o mejor dicho, de los Países Bajos) del 74

Además, y con el factor cancha en contra, una derrota condenaba a los salineros a quedar, con un partido menos que el Catral, a 9 puntos del liderato.

Por si fuera poco, el partido suponía una reválida para los jugadores blanquillos, que llegaban de sufrir su, hasta este domingo, única derrota en liga de la campaña.

Con esta «presión» encaraba el partido el equipo salinero, que territorialmente dominó los primeros compases. Hasta que un error en el pase de un defensa local fue aprovechado por Gonzalo por enviar el primero a la cazuela. Un 0-1 que no era injusto ante un numeroso público torrevejense que jaleó el gol.

Pero si el Catral en esos momentos había sido superado por los visitantes, fundamentalmente en la medular, exhibió a raíz de entonces algunas señas de identidad que explican su privilegiada posición en la cumbre de la tabla. Con transiciones supersónicas y un trabajado sistema hacer muchísima «pupa» con las entradas por banda, desde luego que los naranjas demostraron estar mecanizados, nunca mejor dicho, en el tipo de acciones necesarias para desequilibrar partidos.

Así llegó la igualada de Kevin en un minuto de los considerados «psicológicos» en el imaginario balompédico, el 37, por estar próximo al descanso. Tras un fenomenal cambio de orientación, los salineros no pudieron contener una de dichas incursiones letales. Y si en el primer tanto parecía por un momento que el partido fuera en Catral y no en Torrevieja, por cómo se escuchó la celebración, con el empate la afición local rugió y despertó, alentando para que su equipo continuara intratable como hasta ahora.

Sean algunos goles psicológicos o no, el SC Torrevieja fue capaz de desterrar cualquier tópico en la reanudación, puesto que salió de nuevo creando más peligro que su oponente. Y la inesperada lesión de Cases, al filo del 60, forzó la entrada de Lucas, que llevó peligro por su banda. Hasta en tres ocasiones pudo desnivelar el Torrevieja, que acabaría pagando esos errores.

En la recta final el Catral se entonó otra vez y pudo conseguir en varias ocasiones el gol de la victoria. En cierto sentido parecía que un empate salomónico podía ser la consecuencia del reparto de méritos y recurriendo al símil pugilístico, ambos boxeadores se encaminaban hacia el combate nulo

Pero un córner en las postrimerías finalizó con la bola en las mallas salineras y el delirio en la afición local. El golpe mandó a la lona al Torrevieja. En el boxeo y en la vida estás expuesto a ser noqueado. La verdadera prueba de fuego será ver cuántas veces es capaz de levantarse un conjunto salinero que al hecho de haber encadenado dos derrotas ahora añade el lastre de sufrir varias lesiones importantes.

 

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