El vertedero de Proambiente se clausura de forma definitiva

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Concluyen los trabajos de cierre y regeneración en los terrenos de La Murada y Abanilla y comienza ahora un periodo de mantenimiento durante los próximos 30 años con una inversión de 6,3 millones de euros

El vertedero Proambiente, ubicada en territorio de La Murada y Abanilla, ya es historia. Han concluido los trabajos de la fase final para su clausura definitiva y regeneración. Finaliza así un proceso de estabilización, sellado y control del vertedero que desde el año 2015 se encuentra inactivo.

Las obras, que ha ejecutado Tragsa, han consistido en el recubrimiento con tierra vegetal y revegetación de los vasos y zonas con residuos, previa impermeabilización con arcillas y/o geotextil según las zonas. Previamente, ya se acometió el sistema de recogida y regulación de lixiviados, de extracción de gases y el sellado.

El consejero de Medio Ambiente de la Región de Murcia, Antonio Luengo, ha visitado este martes la zona junto al alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, y a su homólogo en Abanilla, José Antonio Blasco, y ha señalado que a partir de ahora se inicia el periodo de post-clausura durante los próximos 30 años. “Ahora queda el trabajo de vigilancia y seguimiento para garantizar que no haya ningún tipo de riesgo en los próximos años”, ha explicado. Unos trabajos de vigilancia que tendrán un coste de 6,3 millones de euros a lo largo de las próximas tres décadas y que serán sufragadas por la Región de Murcia y por la Generalitat Valenciana.

El vertedero de Proambiente contaba con una superficie de 380.000 metros cuadrados y el 75% de superficie está en territorio de la región murciana. Luengo ha pedido al Gobierno de España que ayude económicamente al mantenimiento de ese vertedero para los próximos años.

Por su parte, el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, ha indicado que la clausura es “un momento de felicidad participado por la Región de Murcia y por la Generalitat Valenciana”. El regidor ha señalado que “ha habido muchas víctimas tanto en Orihuela como en Abanilla y le pedimos al Gobierno central que nos ayude en este mantenimiento tan costoso». 

Demanda vecinal

La actividad en el vertedero de Proambiente supuso años de quejas y reividicaciones por parte de los vecinos de La Murada y Abanilla así como la creación de plataformas medioambientales que denunciaban de manera constante las irregularidades cometidas por la citada empresa en este vertedero que ponían en riesgo tanto el Medio Ambiente como la salud humana.

Esta situación conllevó que la Administración regional le abriera un expediente sancionador a la empresa responsable y en 2011 se suspendió la actividad del vertedero, obligándola a presentar un proyecto de restauración, aprobado en 2013.

La empresa inició los trabajos, pero incumplió los plazos de ejecución, sin llegar a finalizarlos y abandonando la restauración en octubre de 2015. Por ello, la Administración regional asumió la ejecución subsidiaria de las actuaciones del proyecto de ejecución para la restauración del vertedero en el Paraje La Solana, Sierra de Abanilla.

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