La lluvia obliga a suspender la procesión de Las Mantillas de Orihuela a mitad del recorrido

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La procesión se suspendió a su paso por la calle Mayor

Esta domingo por la tarde Orihuela ha acogido la procesión de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores, conocidas popularmente como «Las Mantillas». La sobriedad y el respeto han marcado el paso de un cortejo que se iniciaba con los característicos toques de La Convocatoria.

Tras ellos, los cuatro clarines de la Mayordomía anunciaban la llegada de la única agrupación pasional de Orihuela compuesta por mujeres. Si es cierto que algunos hombres toman parte de la procesión, pero el rol masculino en la Mayordomía queda restringido a la supervisión del orden procesional y a la función de costalero.

Centenares de mujeres, movidas por la devoción y la fe, han tomado parte del cortejo procesional. Todas ellas cumpliendo con las normas de vestuario que se exige para desfilar: traje negro, por debajo de la rodilla, con peina y mantilla, con discretas joyas y sencillo maquillaje.

El primero de los dos tercios en desfilar fue el del Cristo de las Santas Mujeres. Obra realizada en los años 90 por el escultor gallego José Vázquez, portado a hombros en un trono sencillo, de dos varas, decorado con flores moradas, en recuerdo del dolor físico que sufrió Jesucristo durante su Pasión. Entre los costaleros de la imagen se encontraba el alcalde de Orihuela, Pepe Vegara, y el presidente de la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos «Santas Justa y Rufina», Manuel Ortuño.

Posteriormente, desfiló la imagen titular, Nuestra Señora de los Dolores, obra insigne del escultor Federico Coullaut-Valera, realizada en 1943. Una imagen que representa el momento del descendimiento. Una imagen que muestra el rostro de dolor desencajado de una madre que llora a su hijo. Una madre que no está sola, pues toda Orihuela llora con ella, hombro con hombro, en este valle de lágrimas.

Cerró la procesión la Sociedad Compañía de Armaos.

El cortejo procesional desfiló, con total normalidad, hasta su entrada a la calle Mayor. En ese momento, la lluvia hizo acto de presencia y, debido a su intensidad, se decidió suspender la procesión. En ese momento, las imágenes fueron trasladadas hasta el Museo de Semana Santa, el recinto más cercano donde podían refugiarse. Para la historia quedará la imagen de Nuestra Señora de los Dolores cubierta con un plástico para evitar su deterioro; así como los estandartes de la Mayordomía.

Puedes ver la procesión de la Mayordomía de Nuestra Señora de los Dolores aquí:

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