‘Deporte para la Prevención y Desarrollo Positivo’ es el título e incluye la formación de monitores y entrenadores para fomentar valores educativos y un estilo de vida saludable
El Área de Igualdad y Juventud de la Diputación de Alicante ha puesto en marcha el programa ‘Deporte para la Prevención y Desarrollo Positivo’ que pretende contribuir a través del deporte a prevenir conductas adictivas y a fomentar un desarrollo positivo de los jóvenes.
Esta actividad se prolongará hasta finales de año en un total de ocho municipios de la provincia, entre los que se encuentran las localidades de la Vega Baja Almoradí y Pilar de la Horadada.
La iniciativa, coordinada por la Unidad de Drogodependencias de la institución provincial, contempla varias fases. La primera de ellas corresponde a la presentación del proyecto a los monitores, entrenadores y técnicos deportivos de las escuelas municipales y equipos de las localidades que van a llevarlo a cabo, así como formación inicial en estrategias con la colaboración de la Universidad de Alicante (UA).
“El objetivo es implicar y formar a monitores y entrenadores con el fin de facilitarles recursos y estrategias prácticas, para que planifiquen y fomenten valores educativos y preventivos durante sus entrenamientos y en la propia competición”, ha destacado la vicepresidenta y diputada de Igualdad y Juventud, Mercedes Alonso.
En otras de las fases de este programa se implementan las estrategias y se continúa con la formación para, finalmente, realizar el análisis de los datos y la elaboración de informes.
“Esta actividad promueve la concepción de la actividad física y el deporte como un elemento clave de un estilo de vida saludable, y de un desarrollo emocional y social positivo de los niños y adolescentes como factor básico de protección ante los riesgos del consumo de drogas”, ha resaltado Alonso.
Algunos de los valores que pretenden fomentar esta actividad que parte de la idea de que “el deporte es mucho más que un juego” se encuentran los de quererse y respetarse a sí mismos, conocer sus propias capacidades, respetar a los demás, sentirse parte de un grupo y cooperar, ser fuente de apoyo, valorar el esfuerzo, aceptar y apreciar la disciplina, asumir responsabilidades y tomar decisiones, relativizar los éxitos y aceptar los fracasos o tolerar otros puntos de vista y disfrutar con lo que se hace.
Del mismo modo, esta iniciativa favorece que los niños trasladen esos valores a otras áreas de su vida, como la familiar y académica, al tiempo que contribuye a que las familias se conviertan en agentes dinamizadores de la práctica de la actividad física y el deporte, así como de la prevención ante conductas de riesgo.
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