REDIT y la Dirección General de Innovación presentan las claves de la estrategia de especialización inteligente en alimentación sostenible

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Más de un tercio de la producción mundial de alimento acaba como deshecho

Las ciudades de todo el mundo se enfrentan a múltiples retos que tienen que ver con la alimentación sostenible. Más de un tercio de la producción mundial de alimento acaba como deshecho, y  situaciones como la guerra de Ucrania, han puesto de relieve los peligros de depender de unos pocos cultivos comercializados a nivel mundial. Para hablar de los retos y oportunidades a los que se enfrentan tanto empresas como asociaciones, la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (REDIT) y la Dirección General de Innovación, han organizado una reunión con los principales agentes y empresas de la comarca de la Vega Baja.
Durante el evento, en Dolores, el alcalde José Joaquín Hernández, ha explicado que “tenemos que apostar más por la agricultura ecológica ya que una clave estratégica para el futuro será la alimentación más sana y productos de temporada y cercanía” y ha puesto también el acento “en la transformación de los desperdicios”.
El director de REDIT, Gonzalo Belenguer, ha explicado durante su intervención que “en 2050 seremos casi 10.000 millones de personas lo que supondrá un incremento de 56% de producción mundial de alimentos para los que no tenemos tierras suficientes, por lo que la innovación será clave para hacer frente a este reto”.
Por su parte, la directora general de Innovación, Sonia Tirado, ha incidido en las grandes líneas de la Estrategia de Especialización Inteligente de la Comunidad Valenciana. “Disponer de un documento estratégico -ha explicado- nos marca una hoja de ruta para que no nos despistemos los gobiernos y los actores” y ha destacado que “la alimentación, más que comer, tiene que ver con la salud, con la disponibilidad de territorio y con el medio ambiente; la innovación es el instrumento que tenemos para poder recuperar lo que antes teníamos aportando lo bueno que nos da la innovación”.
Por su parte, Alejandro Gilabert, del departamento de Tecnologías Innovadoras en el sector agroalimentario y afines de AINIA, ha explicado que si tuviera que destacar uno de los retos “sería la sostenibilidad”. “La alimentación sostenible -ha comentado- es producir reduciendo el impacto ambiental y que no se reduzcan recursos naturales, ni se afecte a la biodiversidad” y  ha explicado que desde el instituto tecnológico se llevan a cabo más de 250 proyectos de I+D+i para mejorar en estos ámbitos.

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