Símbolos, mitos y juegos

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El pintor madrileño Nato Muzas dona al pueblo de Orihuela la obra ‘Árbol Invertido’ tras su exposición en la sala San Juan de Dios

El pintor madrileño José Ignacio Nato Muzas (1965) ha donado al pueblo de Orihuela la obra ‘Árbol Invertido’ tras concluir su exposición en la sala San Juan de Dios, que ha estado abierta del 30 de abril al 30 de mayo.

Nato cumple este año medio siglo de dedicación al cultivo y enseñanza de las artes plásticas. En 1976 fundó, junto a Gabriel Fariza y Jordi Pi, el ‘Taller Malasaña’, un centro pionero de creación y producción artesanal de juguetería didáctica y lúdica, así como de diversos elementos escenográficos.

Pero lo sustantivo de la muestra en Orihuela es la colección de pinturas que se exhibieron, consagrada al simbolismo de los árboles y a algunos de los mitos reveladores de su centralidad en muchas civilizaciones antiguas, tal y como lo atestigua la mitología greco-latina, pero también el zoroastrismo persa, budismo, taoísmo, hinduismo, cristianismo, judaísmo o las mitologías precolombinas y escandinavas. El árbol ha representado en ellas la esencia del mundo, el origen de la vida y el conocimiento o la continua renovación de los ciclos.

No es de extrañar, por tanto, que Nato Muzas, seducido por el simbolismo que como arquetipo del inconsciente colectivo los árboles encierran, haya querido rescatar y reunir aquí algunos de estos significados fundacionales del espíritu humano.

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